Estados Unidos: que el voto diga no al populismo

Ciudad de México.- Llegó la hora. El martes los estadounidenses acudirán a las urnas y definirán, en buena medida, el futuro, no solo de su país, sino del planeta entero.

Cuatro años más de mandato para Donald Trump significarán un grave retroceso en temas como el medio ambiente, los derechos humanos, la colaboración internacional y la protección de la democracia y la libertad de expresión.

Trump es un populista de derecha que ha sabido aprovechar la frustración de los norteamericanos, su resentimiento y la desconfianza ante las élites.

Es curioso, porque Trump forma parte de este sistema que cobijó a grandes empresarios depredadores, incapaces de entender la solidaridad y de buscar el bien común.

Le habla al pueblo y cree que lo encarna, frente a los científicos, los juristas, los expertos. El populista se fortalece por los prejuicios, se alimenta de rencores antiguos y de agravios persistentes a lo largo del tiempo.

El presidente de los Estados Unidos se comunica bien con la nación profunda, la de los agricultores, pequeños comerciantes, prestadores de servicios y desplazados.

Es en las regiones de mayor fervor religioso es donde encuentra adeptos, porque los tranquiliza la visión y los cortes en un mundo de blanco y negro, donde las desgracias provienen, piensan ellos, del abandono al estilo de vida, de la ruptura de los valores que hicieron a Estados Unidos grande.

Muchos ciudadanos de buena fe volverán a votar por él. Lo hacen en el entendido de que las cosas pueden ser mejores y que se requiere un líder fuerte, que hable con claridad y no se pierda en correcciones cuando se trata de defender a su país. Son ellos a quienes se debieran dirigir los últimos esfuerzos de los Demócratas y su candidato Joe Biden. 

A estas franjas del electorado es a las que hay que explicarles el daño institucional que ya ha generado Trump y las consecuencias que ello tendrá inclusive en sus vidas cotidianas.

Hay un Estados Unidos, el mayoritario, que cree en la democracia, que ha hecho de esa nación un referente de libertades y desarrollo. Han sido grandes, cuando no se olvidan del mundo y mucho menos olvidan que las posibilidades de una mejor vida sólo son posibles en la globalidad y en la corresponsabilidad.

Biden lo sabe y su campaña estuvo sustentada en ello. Pocas veces un candidato opositor ha significado tantas esperanzas e inclusive más allá de sus fronteras.

Ojalá el voto diga no al populismo. Todavía están a tiempo de desvanecer las sombras que que Trump propicia y promueve.

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