Es cierto, ya no nos pertenece

Ciudad de México.- La imagen del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cuando se encumbró al poder y que siempre anhelo, mientras le alzaban el brazo como vencedor, al haber arrasado en los comicios de 2018 y después dijo: “yo ya no me pertenezco’’, más bien debió haber dicho dentro de poco “me desaparezco’’.

El Presidente que obtuvo un alto número de votos en la historia reciente hoy no sabe que sustentar, ya lo perdimos o él se extravió, eso de que México es: “un país más justo, más digno y donde no hay corrupción’’, los otros millones que no lo favorecieron y que no votaron a su favor, al menos díganle cuál es la realidad de un mexicano.

Como buen bateador que presume ser dentro del diamante político, pero sin nivel de otros menos relevantes a nivel internacional y no presumen de ser el mejor segundo presidente del Mundo, ha evadido su responsabilidad al no poder resolver 11 asuntos torales, ya ni siquiera el del COVID-19 y dice que casi llega a los 100 compromisos “cumplidos’’.

El alto número de asesinatos con violencia de casi 100 diarios en todo el territorio nacional, que no son muertes dolosas, el caso de su hermano el recolector de fondos, Pío Obrador y su funcionario David León, los asesinatos de la Guardia Nacional en Chihuahua, la Cuñada incomoda en Macuspana, Tabasco, les dice algo.

La inseguridad que priva en los más de 2,500 municipios de las 32 entidades del país, el crimen organizado que no cesa, donde sus secretarios de la Defensa Nacional, Marina Armada de México y Seguridad Ciudadana, se aferran a mantener que “van a la baja’’ o lo disfrazan con tuvieron un“leve descenso’’ cada mes, no está convenciendo.

En lo económico, la inflación que se agravará conforme avance más la crisis sanitaria, acompañada por las carencias del poder adquisitivo a causa del coronavirus, aunado a la crisis presupuestal en los estados que viene en camino y la ocupación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), donde su presidenta no ha dado una, que les dice.

Son problemas suficientes, que hacen polvo sus 100 compromisos y que ha sumado más, ya cumplidos, pero no explicados, y no se diga sobre el caso Ayotzinapa, que esta bien que es una herencia de los neoliberales, pero el asumió dar avances, que no cumplió.

Sus frases domingueras como “por encima de la Ley nada’’. Acaso no vemos como muchos de sus cercanos colaboradores y las movilizaciones sociales provengan de donde sea, se pasan las normas, reglamentos leyes por el arco del triunfo. De todo dice que se va avanzando. Pero en qué.

Y no se diga sobre los feminicidios.

Son preguntas.

Aunque no crea el señor Presidente, también el pueblo se cansa de “tanta pinche fregadera…’’.

COMMODATO

Interesante será el encuentro de este fin de semana si se da, entre López Obrador y Javier Corral Jurado, gobernador de Chihuahua, entidad que enfrenta un conflicto por un tratado Internacional de Aguas firmado en 1944, a la que el mandatario federal le ha valido gorro, igual que casi todo.

Pero también vamos a ver si el mandatario surgido del Partido Acción Nacional (PAN), sale tan gallito como se ha puesto en entrevistas telefónicas y televisivas, donde se engalla, y no sale como otros de sus compañeros Gobernadores, que a la hora de la hora terminan rindiendo la plaza.

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