En la ALDF hay un número mágico que todo lo resuelve, al que los diputados invocan en momentos de crisis

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Alberto Cuenca Reportero en Capital CDMX

Ciudad de México.- En la Asamblea Legislativa del DF (ALDF) hay un número mágico que todo lo resuelve, que permite avanzar en medio de la crisis, con el que se aprueban nombramientos y destituciones, el que sale a flote cuando se deben aprobar dictámenes, el que, como por embrujo, se anuncia aunque no exista certeza de que la suma de votos lleven a él.

Es el número 34, muy socorrido en los últimos días por unos, muy cuestionado y generador de recelos por otros.

Con el número 34 se alcanza el quórum mínimo para sesionar en el Pleno del órgano legislativo, es la mayoría simple, la mitad más uno de los 66 diputados que componen la ALDF.

Desde el martes de la semana pasada se le ha invocado en reiteradas ocasiones y así, con esa exactitud aparece. Muy poco se anuncia el 35, jamás se cantará el 33.

El 34 se anunció cuando el martes de hace ocho días las bancadas del PRD, PAN, PRI, PVEM, Movimiento Ciudadano y compañía destituyeron a la legisladora de Morena, Flor Ivone Morales. La misma votación resultó cuando se nombró como presidente sustituto al legislador del PVEM, Fernando Zárate.

Treinta y cuatro fue el número mágico que surgió cuando al jueves siguiente esos legisladores sesionaron en sede alterna –el salón Heberto Castillo—del recinto legislativo, para hacer cumplir el requisito legal de llamar a comparecer al procurador capitalino, Edmundo Garrido.

Ese 34, otra vez, apareció hoy, cuando los diputados del PRD se le adelantaron a los de Morena y desde tempranito tenían tomada la Mesa Directiva en el salón de sesiones, para asegurar que ahí se sentara y condujera los trabajos el presidente sustituto Fernando Zárate.

El número 34 ha encontrado su mejor vocero en la diputada del PRD, Francis Pirín, quien en su calidad de secretaria de la Mesa Directiva es la encargada de anunciarlo cada vez que se da el resultado de una votación.

Este martes 14 de noviembre, a grito abierto, casi desgañitada, Pirín volvió a invocar el número mágico. Había 34 diputados que pasaron lista de asistencia y se podía iniciar la sesión.

Pero el 34 que se anunció hoy sí fue signo de un fracaso, porque demostró que falló una negociación que se intentó de último minuto entre Morena y el resto de la bancadas. Los morenistas propusieron como presidente de la Mesa Directiva a un comodín, el  asambleísta Néstor Núñez, el hijo del gobernador de Tabasco, el más cercano a Ricardo Monreal.

Sin embrgo, Fernando Zárate no aceptó renunciar a la presidencia de la Mesa y en eso lo apoyaron los otros grupos parlamentarios.

Así, cuando hoy se pasó lista de asistencia claro que había más legisladores, pero esos adicionales eran 21 diputados de Morena que en vez de pasar lista y votar, se dedicaron a soltar arengas con megáfono en mano. Ellos no contaron para hacer el quórum.

Nada más Fernando Zárate uso el micrófono para anunciar el pase de lista y el inicio de la sesión, los de Morena comenzaron a gritar y hacer ruido con los megáfonos. No pararon en las siguientes dos horas.

En ese tiempo, el resto de las bancadas aprobó sin que hubiera debate de por medio una nueva Ley de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados. Aquí la diferencia es que el dictamen de la nueva legislación quedó validado por 35 diputados, al igual que un punto de acuerdo sobre la promoción de las flores de cempasúchitl y de noche buena que cultivan productores de Xochimilco.

El desorden imperaba en el salón de sesiones. Un enjambre de fotógrafos, reporteros y camarógrafos buscaba la mejor imagen entre las curules de los diputados.

“¡Legalidad, legalidad!”, gritaban de manera incesante los diputados de Morena, al grado de aturdir. Alguno de ellos se salía del guión y perdía los estribos, como la legisladora María Eugenia Lozano, quien soltó un “¡bruja!”, dirigido a la tribuna que en ese momento ocupaba la secretaria de la Mesa, Fancis Pirín.

La votación de los 34 o 35 que se cantaron para el quórum y aprobación de dictámenes se hizo de viva voz, porque desde la semana pasada ha dejado de usarse el tablero electrónico, por una razón desconocida.

Así, quedaba en duda el resultado que anunciaba Francis Pirín, pues, por ejemplo, al momento de recoger los votos del dictamen sobre datos personales  no estaba presente en el Pleno el presidente de la Comisión de Gobierno, Leonel Luna, quien se había llevado a la mayoría de los reporteros a la sala de prensa para ofrecer una conferencia.

En ese momento tampoco se encontraban en la sesión legisladores como Lourdes Valdés Cuevas, Andrés Atayde, del PAN; José Manuel Ballesteros, Socorro Mesa y Víctor Romo, del PRD; Adrian Rubalcava, del PRI;  Vania Ávila y Armando López Campa, del Movimiento Ciudadano; Eva Lescas, del PVEM, y José Alberto Benavides, Luciano Jimeno Huanosta y Gabriel Corchado, de la coalición PT, PES, Humanista.

Aunque estaban presentes en el recinto, las legisladoras Beatriz Olivares, (independiente) y Dunia Ludlow (PRI), no votaron. Capital CDMX contabilizó 30 votos cuando la diputada Francis Pirín anunciaba 35 para el dictamen de la Ley de Protección de Datos Personales.

Nadie callaba a los diputado de Morena, y menos cuando Fernando Zárate advertía que les iba a aplicar una amonestación con base en el artículo 22 del Reglamento para el Gobierno Interior de la ALDF, por no guardar civilidad,  respeto, tolerancia y normas de cortesía. Así lo hizo pero nada cambió.

Los de Morena se callaron hasta que se cansaron y fue hasta entonces que se retiraron del recinto, con unas mantas que habían desplegado en la parte baja de la tribuna. A su salida el resto de los diputados aplaudió y hubo quienes, como el perredista Raúl Flores,  que festejaron con un comentario mordaz. “Estamos mejor sin ellos”, dijo el del PRD, entre las risas de sus compañeros de partido.

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