En el Congreso capitalino y a pesar de los protagonismos, hoy triunfó la sororidad

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Alberto Cuenca Reportero en Capital CDMX

Ciudad de México.-Vestidas con playeras moradas, unas veinte activistas del Frente por la Sororidad aplauden y gritan felices en los palcos del Congreso capitalino. Se abrazan y se toman selfies, levantan el puño y corean consignas.

Su algarabía está más allá de la infinidad de repetitivos discursos que lanzan diputados de los distintos partidos políticos en la tribuna del Legislativo local y en donde no faltó aquel legislador que reclamara la paternidad de esta reforma al Código Penal capitalino a la que en redes sociales se le ha bautizado como Ley Olimpia.

La reforma tipifica y sanciona con pena de cárcel la difusión de fotografías y videos con contenido sexual a través de Internet sin el consentimiento de la persona que aparezca en esas imágenes.

La impulsora de estos cambios normativos es Olimpia Coral. Desde que en 2014 fue víctima de ese tipo de violencia digital, ella ha emprendido una lucha a lo largo del país para lograr que en los códigos penales de los estados se castigue a quienes difundan esos contenidos.

El 3 de diciembre de 2018 logró que en el Código Penal del estado de Puebla –de donde ella es originaria–, se incorporara por primera vez ese ilícito.

La fecha parece cabalística. Este 3 de diciembre de 2019 se aprueba la reforma al Código Penal capitalino. Por unanimidad de votos, 56 legisladores incorporan el tipo penal de delito contra la intimidad sexual contra quien  videograbe, audiograbe, fotografíe, filme o elabore, imágenes, audios o videos reales o simulados de contenido sexual íntimo, de una persona sin su consentimiento o mediante engaño.

También aplicará contra quien exponga, distribuya, difunda, exhiba, reproduzca, transmita, comercialice, oferte, intercambie y comparta imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de una persona, a sabiendas de que no existe consentimiento, mediante materiales impresos, correo electrónico, mensajes telefónicos, redes sociales o cualquier medio tecnológico.

El agresor enfrentará una pena de 4 a 6 años de prisión y multa de quinientas a mil unidades de medida y actualización.

Hoy Olimpia Coral está presente en los palcos del Congreso capitalino. Arropada por sus amigas y colegas del Frente por la Sororidad extiende una pancarta morada en la que se lee #LeyOlimpia.

Al final de la votación y en las escalinatas internas del edificio de Donceles y Allende, la promotora de esta reforma al Código Penal habla ante los medios de comunicación. Relata lo que le ha costado llegar a este punto, como que la minimizaran, que la tacharan de puta o zorra y que la culparan a ella por dejarse grabar.

Recuerda que en Puebla un diputado le dijo que él no legislaría en favor de la putería. La señalaron de inventar, porque no la habían violado, golpeado ni asesinado.

En estas escalinatas, Olimpia manda varias indirectas muy directas. Aclara que por la aprobación de esta ley no se le debe dar gracias a nadie “porque esto es gracias a nosotras, gracias al feminismo”, y mientras lo dice sus compañeras aplauden atrás de ella.

Aquí están los diputados José Luis Rodríguez Díaz de León, de Morena; Alessandra Rojo, del PVEM, y Mauricio Tabe, del PAN. Dirigiéndose particularmente a este último, Olimpia Coral subraya que la aprobación de la reforma al Código Penal se ha logrado chingando mucho.

También recuerda que en este Congreso capitalino tocó la puerta de muchos diputados y diputadas, aunque hubo alguna legisladora que rechazó llamar a esta reforma como Ley Olimpia.

La activista no menciona el nombre de esa legisladora, pero atrás, de entre las integrantes del Frente por la Sororidad una señora pregunta en voz alta y con sorna: “¿Dónde está Paula?”.

Hay murmullos y risas. La referencia es hacia la diputada de Morena, Paula Soto, quien a lo largo de los meses dijo que el nombre correcto de esta reforma al Código Penal debía ser el de violencia digital, no el de Ley Olimpia.

Aunque sí ha pasado lista de asistencia, Paula Soto no participa durante la votación del dictamen y tampoco está presente cuando más de diez legisladores suben a tribuna para razonar su voto y vanagloriarse por el respaldo brindado a esta Ley.

Dentro y fuera del Congreso capitalino se ha señalado a Paula Soto como la legisladora que retrasó la aprobación de esta modificación normativa, un rezago del que ha hablado en tribuna el diputado del PAN, Federico Döring.

El legislador panista ha recordado en la tribuna del órgano legislativo que pasó casi un año desde que él presentó esta propuesta de reforma; luego se sumaron otras once propuestas de diversos diputados.

En su discurso Döring se ha disculpado por ese retraso de casi un año, pero también ha dicho que mientras la oposición llevó el tema a tribuna este asunto no avanzó y sólo se aceleró su aprobación hasta que el partido mayoritario lo impulsó.

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