En agosto concluye rehabilitación del Ángel de la Independencia

Ciudad de México.-La jefa de Gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum, informó que a finales de agosto de este año serán concluidos en su totalidad los trabajos de rehabilitación de la columna del Monumento del Ángel de la Independencia, luego de los daños ocasionados principalmente por los sismos en septiembre de 2017. Esas obras tienen una inversión de 14 millones de pesos.

Comentó que en las labores de revisión técnica de las características del suelo y de la columna emblemática participan los mejores técnicos en estructuras del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes también han colaborado en el diseño, revisión y renivelación de la Catedral Metropolitana, Segundo Piso del Periférico, así como en el Cablebús que actualmente se construye en la capital del país.

Sheinbaum Pardo agregó que gracias al reforzamiento de la columna del Ángel de la Independencia, el sismo del 23 de junio no ocasionó mayores afectaciones en su estructura.

“Afortunadamente tenía esta estructura (anillos y cables tensores) para el sismo que vivimos hace dos días, si no, hubiera tenido probablemente muchos más daños. Entonces, gracias a que se inició este trabajo a cargo de la Secretaría de Obras, fue que el Ángel no tuvo daños y con esta intervención integral basada en estudios estructurales, le va a dar muchísimos más años al Ángel de la Independencia, este ícono tan importante de la Ciudad de México”, expresó la mandataria en recorrido por esa obra.El secretario de Obras, Jesús Esteva Medina, comentó que el proyecto cuenta con una inversión de 14 millones de pesos y se efectúa en colaboración con la UNAM, Secretaría de Cultura capitalina y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), para realizar los estudios técnicos, la instalación del andamio de 42 metros de altura, un sistema de refuerzo temporal y el reemplazo de las placas afectadas. Hasta el momento, los trabajos presentan un 56 por ciento de avance.

Explicó que la estructura presenta agrietamientos en el recubrimiento de la piedra y desajuste de sillares de la columna, debido a los movimientos sísmicos que se han presentado en la Ciudad de México desde 1957.

“Su construcción se inicia en 1902 y empieza a tener problemas de cimentación al grado de que ya llevaban cerca de 12 metros de altura, lo demuelen, tenían problemas de asentamientos y se mete un nuevo equipo de ingenieros a trabajar y a partir de 1907 inician el hincado de pilotes de concreto, que es una de las primeras edificaciones que tuvo pilotes de punta de concreto en la Ciudad de México. Desde ahí viene parte de la complejidad de lo que ha sido la historia, tanto de la construcción, como del mantenimiento de este monumento”, explicó Esteva.

Para determinar la condición metalúrgica de la columna, se realizaron estudios de topografía, composición metalográfica e inspección de ultrasonido, así como medición de las fisuras de la columna. De igual forma, durante el proceso de reforzamiento, se colocaron puntos de control en obeliscos y cantera para monitoreo de movimientos.

A la fecha, se han colocado tabletas de concreto y vigas de acero que sirven como base para 16 tanques de agua con capacidad de 20 mil litros (contrapesos), se fabricaron y colocaron tres anillos para soporte temporal a 30 metros de altura, 32 cables de acero tipo barracuda de ¾

para estabilizar la columna (tensores); se colocaron polines para el apuntalamiento de las bases y se continúa con el tensado de los cables de acero.

La columna del Monumento del Ángel de la Independencia cuenta con un total de 78 placas de acero equivalentes a 117.78 metros cuadrados (m2) de las cuales 16 (20 por ciento) tienen fisuras o están deformadas, por lo que es necesario remplazarlas.

“En total el Ángel tiene 47 metros hasta la punta de la escultura, a los 42 metros es la base y a los 30 metros, se colocó un anillo que está formado por tres partes para no hacerle daño a la columna y de ahí salen los ocho tensores", detalló el funcionario. Este monumento se ha visto afectado a lo largo de la historia por distintos sismos: el primero de ellos ocurrió el 28 de julio de 1957, el cual provocó la caída de la Victoria Alada, además de ocasionar grietas importantes en el anillo de concreto. Los sismos de 1985 produjeron daños en las escalinatas, fracturas y desplazamiento de sillares.

En 1986 se realizó mantenimiento en la base del monumento, pero no se reforzó la estructura del mismo. En 2016 se realizó una intervención integral, la cual incluyó la colocación de una hoja de oro de 24 kilates, así como la restauración del pedestal y la plaza de acceso.

Los sismos ocurridos en septiembre de 2017 ocasionaron grietas en el recubrimiento de piedra y desajustes en los sillares y piezas de cantera, además de sufrir daños en la camisa de acero del interior de la columna, por lo que es fundamental su rehabilitación y el mantenimiento para preservar la seguridad de los capitalinos y la historia de la Ciudad de México.

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