El reacomodo en Congreso CDMX

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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Ciudad de México.- En el Congreso de la Ciudad de México, la fracción mayoritaria de Morena, partido en el gobierno, estaba velando las armas para las posadas decembrinas.

Después de un apretón de la jefa de Gobierno de la Capital CDMX, Claudia Sheinbaum, se serenaron y sacaron su agenda legislativa, pero al terminar la tarea comenzaron a abrir fuego.

Ricardo Ruiz aventó la toalla tras el último asalto y dejó que se abriera la contienda en la que desapareció la tercera vía y quedaron dos bloques.

El primero que apoya a José Luis Rodríguez, al que se le sumaron el ex integrante de la tercera vía Eduardo Santillán y el independiente Carlos Castillo. 

El segundo bloque, donde queda la segunda vía que tiene a la cabeza a Valentina Batres y lo que quedaba de la tercera vía, postuló a Rigoberto Salgado para ser el coordinador del grupo.

Los números no les alcanzaron y reventaron la sesión para no irse derrotados. Ruiz, una vez que dejó de ser el cantinero, desde la barra soltó el primer cañonazo contra el gobierno de Sheinbaum al señalarlo de ser poco institucional.

Lejos de abonar a su causa, la respuesta de Sheinbaum fue contundente: lo mandó a respirar hondo mientras el grupo define quién ocupará su lugar.

Parece que hay mucha miopía y el ahora segundo bloque no ha leído que sus pares del bloque liderado por Rodríguez trae el respaldo de la oposición PRD, PAN, PRI y a sus aliados PT y PVEM de su lado, además de la línea directa con Sheinbaum. Justo lo que se necesita para que camine ese “elefante reumático”.

Hay un dato revelador, Ruiz acusó en su catarsis que no había interlocución, lo cual queda claro en tantos errores legislativos que se cometieron, aunque ahí entra el distraído ex Consejero Jurídico que tenía la CdMx, pero lo cierto es que desde abril todos los lunes se reunían en su oficina a las 10:30 para ver agenda, el defenestrado Héctor Villegas, el subsecretario de Gobierno, René Cervera y sus vicecoordinadores José Luis Rodríguez y Valentina Batres. ¿Si eso no era interlocución entonces a qué se sentaban? ¿A jugar matatena?

Con el nuevo escenario se vislumbra que quien quedó descarrilada es Valentina Batres y seguirá el futuro de su hermano en el Senado, reducirse a su mínima expresión.

Dentro de los nuevos acuerdos se perfila que se acabe ese esquema tripartita y al quedar la coordinación en manos de Rodríguez, se abra la vicecoordinación a Guadalupe Chavira, quien es leal a Salgado y ha entablado buen diálogo con el gobierno de Sheinbaum. Y así se cerrará ese capítulo con unos ajustes más, pero todo puede cambiar y no necesariamente en 2020 habrá un Congreso amoroso, sino todo lo contrario porque ya estamos en tiempo electoral.

Desarme exitoso

Desde que Claudia Sheinbaum hizo el relevo en el jefe de la Policía con Omar García Harfuch, en la CdMx se ha venido serenando la delincuencia y así lo reflejan las cifras de seguridad.

Una parte fundamental en la estrategia ha sido el Desarme voluntario con las brigadas de “Sí al Desarme, Sí a la Paz” que diseñó la secretaria de Gobierno capitalina, Rosa Icela Rodríguez Velázquez.

Una arma menos en las calles es una vida más a salvo o un asalto menos. En este esfuerzo han sido fundamentales los apoyos de la Iglesia Católica, que dirige el Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Reyes, y el Ejército.

Al cerrar el año lograron recorrer mil 841 colonias en las 16 alcaldías de la Ciudad de México.

En el primer año nueve de cada 10 armas recuperadas, de manera voluntaria en todo el país, a través de los programas de desarme, fueron captadas en la Ciudad de México. De esta forma 4 mil 741 armas fueron destruidas del 21 de enero al día de hoy, de las cuales 3 mil 602 fueron armas cortas; 837 armas largas y 302 granadas. A estas cifras se suman 928 mil 569 cartuchos y municiones; 7 mil 417 estopines y 6 cartuchos de dinamita. La CdMx avanza en la ruta de la pacificación. 

NOCAUT. Jorge Romero, líder del panismo en la CdMx, metió un buen derechazo al llevar a su hombre de negocios, Ricardo Amezcua Galán, por seis años al Consejo de la Judicatura de la capital del país. El amasiato con el gobierno capitalino le ha rendido frutos. ¡Abrazos, no periodicazos!

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