El primer día de AMLO: Muerto antes que fallarles

Ciudad de México.-Aproximadamente cinco meses como presidente electo, tres candidaturas y 12 años tuvieron que pasar para que Andrés Manuel López Obrador se enfundara este 1 de diciembre la banda presidencial como Jefe Supremo del Estado mexicano.

El recorrido del día histórico inició desde su casa en Tlalpan, acompañado de su esposa Beatriz García Müller, a bordo de su ya conocido Jetta blanco.

Escoltado por el ejército, López Obrador llegó en menos de 20 minutos al primer punto del día, el Congreso de la Unión, para recibir la banda presidencial de manos de Enrique Peña Nieto.

Pese a que en San Lázaro no hubo la concurrencia de gente que se esperaba, durante la llegada del presidente constitucional, los vecinos emitieron al unísono aplausos y porras. Muy diferente fue el recibimiento de Enrique Peña Nieto unos minutos después, quien entre gritos de “¡Asesino! y ¡Ratero!”, fue abucheado por el mismo grupo de gente.

A su paso dentro del pleno, diputados de Morena corearon la ya popular frase “Es un honor estar con Obrador”, mientras éste entre selfies, abrazos y besos se colocaba en el sitio designado.

En el momento de la entrega de la banda presidencial, bajo la consigna “¡Sí se pudo!”, se repitió el clamor de la gente que en pequeños grupos escuchaba la radio o transmisiones en vivo afuera del recinto.


El recorrido

Después del discurso de una hora y veinte minutos de reiterar sus compromisos, y asegurar que no le fallará a la gente, el presidente salió de nueva cuenta en su Jetta rumbo al Zócalo de la Ciudad de México.

La propia Beatriz Müller compartió en redes sociales a través de un en vivo, cómo vivió López Obrador esos minutos asomado en el asiento delantero y saludando a policías y a la ciudadanía.

Más adelante, a la altura de Izazaga y Pino Suárez, cientos de personas se amurallaron para recibir al Presidente de México.

Otros veinte minutos pasaron para que López Obrador llegara al Zócalo saludando con la mano a quienes desde temprano arribaron a la Plancha de la Constitución. Nuevamente se repitieron las consignas: ¡Es un honor estar con Obrador!

De esta forma, las puertas marianas del histórico Palacio Nacional se abrieron para recibir al nuevo comandante Supremo de la Nación, mientras la comitiva de los mandatarios especiales arribaba detrás.

Entre los nombres más aclamados frente al banco presidencial, se encontraron Evo Morales y Nicolás Maduro, quien a pesar de no llegar a la ceremonia del Congreso, alcanzó la reunión con López Obrador.


Recepción de gala

Para los invitados especiales y el gabinete presidencial, López Obrador convocó una comida, donde presumió la gastronomía cultural.

De esta manera, los representantes de los gobiernos centroamericanos, y hasta el rey de España, Felipe VI, disfrutaron de platillos como ensalada de Calabazas en cama de pipián, Costilla en salsa de axiote con esquites, dulce de zapote negro con nieve de mandarina y dulce de calabaza.


La limpia

En punto de las 17:00 horas, el Presidente salió de las puertas marianas del recinto y saludó a aquellos que desde temprana hora apartaron su lugar para poder ver en primera fila al nuevo mandatario federal.

López Obrador se tomó tiempo para recibir peticiones y obsequios de la gente aglutinada, antes de subir al escenario y recibir por parte de los Pueblos Originarios el “Bastón de Mando”.

Una vez arriba del escenario, los representantes zapotecas y nahuas tomaron el micrófono para iniciar la “purificación” de López Obrador, y al unísono, de las más de 150 mil almas que abarrotaban la Plancha del Zócalo.

“Aquí está el bastón de mando, el símbolo con el que usted conducirá a nuestro pueblo. Queremos recordarle que deseamos ser tomados en cuenta en sus planes de estos 6 años", le dijo una mujer indígena al presidente.

Con sus manos, AMLO tomó el bastón con mechas de colores bordadas, y lo levantó ante la multitud de la Plaza de la Constitución.

“Reafirmo el compromiso de no mentir, de no robar, de no traicionar al pueblo de México", fueron las palabras del primer mandatario federal legitimado por los Pueblos y Comunidades Originarias.

 

Finalmente, Obrador aprovechó otra hora y media para recalcar sus 50 compromisos ante los mexicanos como el primer mensaje dirigido a la nación, de los que serán 6 años de gobierno.

 

“No les fallaré. Yo no soy sin ustedes. Primero muerto, antes que fallarles”, así terminó López Obrador su primer día como presidente de la República.

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