El juego de Batres y Monreal

Foto del avatar
Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Ciudad de México.- En medio de la crisis que enfrentan los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum por la inseguridad y amenaza de recesión económica, Morena, partido en el poder, vive una lucha intestina.  

Esa guerra lleva ya algunos meses de manera abierta en lo nacional y soterrada en la Capital CDMX.

Es un frente abierto para el Presidente que sin duda genera una inercia negativa para los gobiernos de Morena porque se aproximan los tiempos electorales y crece la efervescencia política.

Sin hacer mucho ruido, Martí Batres, presidente de la Mesa Directiva en el Senado, y Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la misma Cámara, ganan terreno en la política de la CdMx, un territorio que ambos han aspirado a gobernar y se han quedado con las ganas. 

No obstante, su estructura de poder la vienen ampliando con sigilo y mayor fuerza que la misma jefa de Gobierno de la CdMx, Claudia Sheinbaum, e incluso hay quien los ve como parte de los “grandulones” que le han hecho pasar a Sheinbaum tragos amargos en sus siete meses de mandato. 

En medio de un proceso turbio en lo nacional, el Comité Ejecutivo Nacional de Morena, ignorando cualquier opinión de la Jefa de Gobierno, designó la semana pasada a la diputada federal Flor Ivone Morales como líder del partido en la Ciudad de México.

Morales, quien tiene pocos méritos en la política capitalina y no luce en lo nacional, es un cuadro de Batres, quien pese a todo pronóstico retuvo el control del partido acotando la fuerza de Sheinbaum. 

Ya habíamos adelantado en este espacio que la decisión estaba tomada y avanzó sin objeción de la Jefa de Gobierno porque no tenía fuerza para colocar alguien en ese espacio que, si bien ha sido irrelevante, comenzará a cobrar fuerza conforme se aproximen las elecciones de 2021.

A diferencia de Sheinbaum, Monreal no se quedó viendo el juego y metió cuña para ganar la secretaria general de Morena con Alan Aizpuru, un espacio que había estado en manos de Alfonso Ramírez Cuellar, un incondicional de la Jefa de Gobierno. El zacatecano salió fortalecido porque logró mantener también la secretaría de Organización con Donají Alba. 

Con ese reacomodo en el tablero político de Morena en la capital del país, Batres y Monreal se convierten en el principal contrapeso de Sheinbaum, ya que no sólo controlan el partido sino también mueven los hilos en el Congreso capitalino, que es pieza clave para la gobernabilidad de la CdMx. Así, el Antiguo Palacio de Ayuntamiento se debilita aún más. 

Fuego en Donceles 

En el Congreso de la CdMx donde no pasa nada bueno para los capitalinos se libra una batalla a navajazo limpio por los cambios que obliga la ley en torno a la renovación de la Mesa Directiva y la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), que ahora están en manos de Morena.

Sin embargo, debido a las diferencias entre las tribus de Morena, que dominan Batres y Monreal, el partido en el Gobierno le ha allanado el camino al PAN para tomar el control de la Jucopo con su coordinador Mauricio Tabe.

Los morenistas retendrán la Mesa Directiva pero habrá una buena batalla para definir al perfil y hasta ahora se tiene claro que será mujer y emanará de las filas del monrealismo, que es el grupo que hasta ahora tiene mayor fuerza y alianzas con la oposición.

En esa definición ya se van a jugar los destinos electorales de los diputados locales con miras a 2021, por ello, no se debe perder de vista y por supuesto no pasarán por la aduana de la Jefatura de Gobierno, lo que augura ingobernabilidad en lo que resta de la primera legislatura del Congreso capitalino.

NOCAUT. La Jefa de Gobierno conectó un buen golpe al derrocar a Juan Ayala del Sindicato de trabajadores del Gobierno de la CdMx y anular la toma de nota del líder de los bomberos, Ismael Figueroa, pero… ¿Habrá justicia? ¡Abrazos, no periodicazos!

Imprimir artículo Síguenos en Google News

Post más visitados en los últimos 7 días