El insoportable dolor de la esofagitis

Ciudad de México.- Lucía, adulto en plenitud, activa, con la vida resuelta, como todos se empezaba a dar gustos y estaba subiendo de peso. 

Tomó la decisión de consultar a un nutriólogo, así que la dieta era a base de proteínas, grasas y verdura.

 

Este tipo de alimentación era algo que la mujer de 60 años no estaba acostumbrada, sin embargo, siguió la dieta porque vio resultados en su ropa. 

A las pocas semanas la inflamación, el dolor y el reflujo se hacían presentes. 

Preguntó al nutriólogo y sí, efectivamente era la alimentación, pero Lucía no había reportado que padece de gastritis y colitis, este tipo de alimentación no era la adecuada para su dieta.

 

Lucía como siempre, despertó, se fue a caminar, de regreso a casa, sintió un dolor en el esófago, una bola que no le permitía tragar saliva, mucho menos agua hasta el poder hablar le causaba conflicto.

 

De inmediato fue con su médico de cabecera, el diagnóstico: esofagitis. 

Este padecimiento se presenta cuando el revestimiento del esófago se inflama o irrita, la causa es que el líquido del estómago se va hacia el esófago (reflujo). Esta enfermedad causa complicaciones como cicatrización, estrechamiento de este y dificultad para tragar.

 

El consumo de alcohol, fumar, cirugías, radiaciones, algunos medicamentos, vómito, hongos, virus o herpes, son otros causantes de la esofagitis.

 

Dolor en el pecho, al tragar y de garganta, acidez, regurgitación ácida, ronquera, comida atascada en el esófago, son algunos de los síntomas que se presentan y de los cuales Lucía padeció.

 

Hay diversos tipos de esofagitis, por reflujo que es cuando el ácido del estómago sube hasta el esófago; eosinofílica es la que provoca ciertas alergias: linfocítica está relacionada con las dos anteriores; por medicamentos e infecciosa que es causada por bacterias o virus.

 

Las recomendaciones es evitar la comida hecha a base de jitomate, cítricos, café, alcohol, picante, ajo, cebolla, chocolate y menta.

 

También se recomienda:

-Elevar la cama unos 20 centímetros de la parte de la cabecera.

-Tomar las pastillas 30 minutos antes de dormir y beber suficiente agua.

-Evitar fumar.

-Evitar beber.

-Estar en el peso adecuado.

-No acostarse después de comer.

-No encorvarse.

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