El impresentable, el irresponsable y el inexistente

Ciudad de México.- Hay tres personajes de la llamada Cuarta Transformación que no dejan de sorprender, así como tampoco la defensa que el presidente de la República hace de dos de ellos. A Andrés Manuel López Obrador no le importa apostar capital político y los sostiene a costa de lo que sea.

El impresentable es Félix Salgado Macedonio. El miércoles en la noche, Milenio dio a conocer que en la nueva encuesta levantada por Morena para elegir candidato a gobernador de Guerrero, el senador con licencia salió como el mejor posicionado.

Por increíble que parezca, este político, acusado de violación, será no solo candidato, sino gobernador de un estado con graves problemas de narcotráfico y violencia. Aún así, el Presidente lo defiende.

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El irresponsable es el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien a pesar de estar infectado de Covid –lo cual reconoció en la conferencia del miércoles, además de tener alta carga viral—salió a la calle a pasear de la mano de una mujer.

De acuerdo con el Código Penal de la Ciudad de México podría ser denunciado por el delito de peligro de contagio, el cual comete una persona cuando, a sabiendas de padecer una enfermedad en periodo infectante, pone en riesgo de contagio a otras. Aún así, el Presidente lo defiende.

El inexistente no puede ser otro que Mario Delgado, presidente de Morena, quien desde que inició el escándalo de Salgado Macedonio solo se asoma a la arena pública a través del Tuiter.

Delgado es una figura decorativa, no tiene mando sobre el partido, porque la última palabra la tiene siempre López Obrador. A este personaje nadie lo defiende, porque no tiene importancia.

Pero es soberbio. Se niega, a través de su oficina de prensa, a dar entrevistas por el cochinero que es la elección de candidatos en Morena.

Estos tres personajes tienen un común denominador: el cinismo. Pasan por alto el bienestar de la gente, porque solo velan por sus intereses particulares.

Pero el presidente López Obrador los mantiene, aun cuando eso lastime su figura de “humanista” y le pueda costar votos en la elección del 6 de junio.

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