Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López presume todos los días de ser un demócrata y le gusta ponerse en la historia junto a Francisco I. Madero. “Soy maderista”, repite, repite y repite.
Pero no, no hay que irse con la finta con las mentiras que dice todos los días. López Obrador es un falso demócrata. Un demócrata de contentillo.
Cuando gana su “movimiento” se pone “feliz, feliz, feliz”, pero cuando pierde insulta, agrede y muestra su ira contra quienes no votan por Morena, así como contra sus “adversarios”.
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Dos semana completas presumió el triunfo de su partido en 11 gubernaturas, no obstante que varias de ellos se los deben al narcotráfico que exigió votar por los candidatos de Morena.
En la Ciudad de México, el bastión de la izquierda desde 1997, no le fue tan bién a su “movimiento” ni a su heredera política, Claudia Sheinbaum. Perdieron nueve de 16 alcaldías.
Eso lleva a López Obrador a acusar a los medios y a denostar a las clases medias que, cansada con sus mentiras y la confrontación que provoca todos los días en su conferencia matutina, votaron por la oposición.
“No saben ni por quien votaron”, dijo respecto a los ciudadanos de nueve alcaldías, y acusó a los ganadores de ser “impresentables”. Autoritario hasta las cachas el Presidente.
La visión del Presidente sobre la democracia es muy corta. Funciona cuando gana, pero le estorba cuando pierde. Lo mismo hace Sheinbaum que, herida por la derrota y por el colapso de la Línea 12 del Metro, está enojada, igual que su jefe.
La democracia no es de contentillo. El Presidente y su movimiento deberían entender que nuestro país no es de ciudadanos menores de edad. Es una sociedad madura que tiene el derecho a decidir quien los gobierne.
El 2 de julio de 2018, López Obrador ganó y la decisión de la mayoría se respetó. En dos años y medio desde Palacio Nacional se divide y confronta.
El mandatario debería ser factor de unidad, pero prefiere dividir, y después del 6 de junio decidió arremeter contra quienes no votaron por su partido.
Es un falso demócrata.
