El día que Juan José venció a la diabetes

Ciudad de México.- Juan José en su juventud llevó una vida mitad sana, mitad con desórdenes de alimentación; realizaba ejercicio, pero no cuidaba lo que comía.         

Nunca tomó en cuenta que en su familia había personas con diabetes.      

 

Al paso de los años su salud le pasó la factura, como dicen, y su páncreas empezó a fallar, es decir ya no producía insulina, el diagnostico: diabetes, sin embargo, no se cuidó, y siguió comiendo en exceso, lo que hizo que llegara a pesar 98 kilos, le subiera la presión (hipertensión) y comenzara con una serie de síntomas que no le permitían llevar una vida adecuada, es decir, saludable.

 

Así, entre subidas y bajadas de peso, con descuidos en su alimentación, sin realizar ejercicio, llegó un punto en que su cuerpo no pudo más, o cambiaba de hábitos o simplemente poco a poco su vida se iría apagando.

 

Lo que Juan José no sabía es que la diabetes afecta el corazón, las encías, los dientes, el corazón y los nervios. 

Él notaba que su carácter cambiaba, de repente estaba de muy mal humor y no entendía por qué, sus ojos empezaban a fallar, su orina era de un olor y color diferente.

 

Asistió con el médico adecuado para que tratara la diabetes de la que padecía e inició tomando medicamentos que le bajaban los niveles de azúcar, también la hipertensión, y una serie de estudios para saber qué tenían sus ojos, aunque el doctor sospechaba qué era lo que su vista tenía.

 

Juan se jubiló e inició una serie de cambios en su vida, comenzó  por hacer largas caminatas, su alimentación cambió, sus medicamentos los tomaba a las horas exactas, pero ya era tarde, Juan José era ya era dependiente de la insulina, es decir tenía que aplicar diario una dosis para ayudar a su cuerpo.

 

Muy tarde comprendió que, si hubiera seguido las instrucciones del médico, y con sólo cambiar su alimentación, probablemente no hubiera padecido de cataratas, su peso reduciría y no padecería de hipertensión, y una serie de enfermedades que van aunadas a la diabetes.

 

Sin embargo, él sabía que una parte cambiaría si ahora sí cambiaba toda su alimentación, y así fue. 

En tres meses de seguir una dieta baja en grasas malas, subió las buenas, agregó más verduras crudas y semicrudas en su alimentación, incrementó la ingesta de pescado, tomaba jugos de verduras, sus colaciones eran saludables, sus porciones eran las adecuadas y los resultados fueron magníficos.

 

El día de su consulta, el internista estaba realmente asombrado de cómo había cambiado la vida de Juan José, su piel era más lozana, era más ágil, sus niveles de azúcar estaban en 85, su presión arterial en 110/70, los niveles de triglicéridos, colesterol, y otros estudios eran normales, Juan lo logró en tres meses, sólo cambiando su alimentación.

 

Claro que su médico lo felicitó y le sugirió que siguiera con la misma alimentación. El siguiente paso era realizar ejercicio poco a poco, y así fue. 

Tres meses después sus niveles de azúcar seguían en 90, su hipertensión en 110/70, su vista era más clara, eso le reportó al internista: Juan José a sus 70 años se sentía mejor que nunca.

 

Se ha comprobado que la diabetes es controlable si se cambia la alimentación, ya que de esta depende que las personas que padezcan la enfermedad lleven una vida normal. Y claro, con permiso de su médico a veces se daba un gusto.

 

La diabetes es el azúcar en la sangre, la diabetes tipo 2, que es la que padece Juan José y la más común, se caracteriza porque el páncreas ya no produce insulina, que es una hormona que ayuda a la glucosa (azúcar) a entrar a las células para darles energía, sin esta hay demasiada azúcar y provoca serios padecimientos en la salud.

 

Los síntomas son tener mucha sed, orinar frecuentemente, perdida de peso, visión borrosa, tener hambre, sentirse cansado, las heridas sanan lentamente, sin embargo, muchas veces las personas no se dan cuenta de tener diabetes porque creen que es “normal” y justifican estas causantes.

¿Quiénes tienen mayor riesgo de padecer diabetes?

-Adulto mayor.

-Padecer obesidad.

-Tener antecedentes familiares que padezcan diabetes.

-Tener prediabetes, es decir que tienen un nivel alto de azúcar en la sangre, pero no se puede considerar como diabéticos.

-Tener bajo nivel de colesterol bueno.

-Colesterol elevado.

-Preclamsia.

-Haber tenido con un peso de más de cuatro kilos y medio al nacer.

-Depresión.

-Padecer de alguna enfermedad del corazón.

-Hipertensión.

-Ser afroamericano, nativo de Alaska, hispano, latino.

-Vida sedentaria.

-Tener acantosis, es decir tener obscuro alrededor del cuello o axilas.

-Fumar.

 

Si ya se tiene detectado algunos de estos síntomas lo mejor es llevar una vida saludable, es decir, realizar ejercicio cinco veces a la semana, llevar una alimentación baja en carbohidratos, azúcares y sal, si hay sobrepeso u obesidad controlarlo ya que de ahí se derivan otras enfermedades, evitar fumar.

 

Es importante tener un control en la administración de la insulina, así como tener una bitácora de la toma del azúcar en la sangre.

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