El asesinato de su hija le cambió la vida, pero la impunidad le destrozó el alma

Oaxaca.-Al conmemorarse este 2 de febrero de 2019 ocho meses de que la fotoperiodista María del Sol Cruz Jarquín fuera asesinada en Juchitán de Zaragoza, junto con la candidata Pamela Terán y su chofer Adelfo Guerra, su madre, la periodista Soledad Jarquín envía una carta pública para alzar la voz y denunciar la impunidad que prevalece.

En la misiva enviada, Soledad narra escuetamente el sufrimiento que enfrentan ella y su familia por el crimen que le quitó la vida a su hija y expone la vileza conque las autoridades han actuado hasta ahora, permitiendo que estén en libertad los asesinos -materiales e intelectuales- de María del Sol.

A continuación, un fragmento de la carta pública.

Oaxaca, Oax., 2 de febrero de 2019

A ocho meses del asesinato de mi hija María del Sol escribo esta carta.

A ustedes:

Hoy se cumplen ocho meses de su dolorosa e inesperada partida. Aquí, en mi corazón, anida el vacío que dejan todas estas horas y días, mi alma está rota, me duele no ver a mi hija María del Sol, no escucharla, no sentir su abrazo amoroso. Las balas asesinas de la madrugada del 2 de junio terminaron con su vida y rompieron la nuestra.

Me he despertado pensando en sus sueños hechos pedazos, esos por los que luchó tanto en un mundo difícil para la juventud, donde “la oportunidad” es solo una e intangible, y pienso cada día en este país donde la vida es ir cuesta arriba, donde hay que vencer con esfuerzo y sin rendirse. Luego veo que también es ir cuesta arriba después de su asesinato, es perseguir la justicia con la misma fuerza con la que mi hija lo hacía por alcanzar sus anhelos.

Así, tras su asesinato sigo sin encontrar explicación alguna a ese dejar pasar los días por quienes están obligados a procurar e impartir justicia, pero en cambio anidan la injusticia, ese atropello que se ha vuelto común en México y al que me aterra acostumbrarme. Por eso sigo preguntando porqué los asesinos materiales e intelectuales del triple asesinato de Juchitán -María del Sol, Pamela Terán y Adelfo Guerra- siguen caminando como si nada hubieran hecho. Por qué no se ha podido proceder contra toda la cadena de ilegalidades que se cometieron desde lo administrativo hasta lo electoral a pesar de las pruebas presentadas. Por qué ni siquiera el robo de sus pertenencias se ha investigado. ¿Qué nombre se le da a eso?

¿De qué país hablamos cuando no sólo no podemos garantizar la vida de las personas jóvenes, menos la vida de las mujeres y, peor aún, cuando siendo víctimas no se les honra con justicia? 

Soledad Jarquín Edgar

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