Desprecio a los taxistas de la CDMX

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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Ciudad de México.- En su último año de Gobierno, Marcelo Ebrard le abrió la puerta sigilosamente a la trasnacional Uber, empresa dedicada a la movilidad, para ganar terreno y un negocio multimillonario en la Capital CDMX.        

La plataforma entró como un servicio de elite que irrumpió en el mercado al ofrecer tres cosas básicas que los dueños de títulos de concesión del servicio de taxi y sus choferes no habían podido ofrecer: seguridad, comodidad y agilidad.

Uber generó un mercado para otras plataformas como la española Cabify, que absorbió a Easy y a Yaxi, y ahora llegó Didi. 

En el Gobierno de Miguel Ángel Mancera se les privilegió de una forma que ha ido hundiendo a los taxistas incluso se puede afirmar que ha habido un desprecio total.

Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CdMx, prometió en campaña que iba a mejorar las condiciones de los taxistas, pero su mirada ha sido corta y condescendiente con las trasnacionales.

Por esa razón, los taxistas se han articulado en un movimiento nacional que les permita reivindicarse; sin embargo, en la Secretaría de Movilidad (Semovi), que dirige Andrés Lajous, ha faltado un análisis serio del problema.

El Gobierno de la Ciudad tiene la oportunidad de crear un servicio de taxi competitivo con el uso de la tecnología, no obstante, prevalece la anarquía en el sector al grado que hay en las calles diversas unidades dando el servicio de manera irregular en autos que no cumplen con las características como el caballaje, pero están en circulación porque pagaron 6 mil pesos a un coyote.

Un aspecto que es necesario revisar es el por qué la evaluación de los taxistas sigue siendo onerosa y un negocio particular para la Asociación Civil Centro para el Fomento de la Educación y Salud de los Operarios del Transporte Público de la Ciudad de México (CENFES AC), que empezó a operar desde 2008.

Esa asociación se hace cargo de entregar los permisos de conducir a los choferes por un monto de mil pesos, sin embargo, es un foco de corrupción. 

¿Acaso no puede el gobierno de Sheinbaum generar una coordinación con la Secretaria de Salud para evaluar a los choferes? ¿Por qué delegarlo a un privado? ¿Acaso no tiene la Semovi capacidad de ofrecer la capacitación a los taxistas y la evaluación de manejo?

En este año iniciaron el trámite de revista por el cual se estima que pasen unos 140 mil concesionarios y se genere una recaudación de unos 228 millones 900 mil pesos en este 2019. ¿No es dinero suficiente para generar un modelo tecnológico y eficiente que haga competitivo al servicio de taxi frente a las trasnacionales?

Sheinbaum tiene en sus manos la opción de crear un sistema de taxis moderno y eficiente o conducir a la obsolescencia a los taxistas que históricamente han sido presa de la corrupción. Es tiempo de mejorar la calidad del servicio y hacer justicia a un gremio que sólo ha sido utilizado de forma clientelar por la izquierda.

Moreno coqueto 

La semana pasada se confirmó un rumor que ha venido creciendo en la política de la Capital CDMX: Julio César Moreno, alcalde del PRD en Venustiano Carranza, coquetea con el PT para sumarse a sus filas.

Moreno ha quedado en una situación compleja al interior del PRD al confrontarse con Jesús Ortega y Jesús Zambrano, por lo que deslizarse al petismo es una opción redituable.

Ni en Morena ni en el PRD tiene cabida por ese factor, el PT es un tanque de oxígeno que le permitiría reelegirse en la alcaldía en 2021 y a su vez los petistas tendrían en sus manos la garantía de que la CdMx no van a perder el registro. 

La semana pasada, Moreno se reunió con la diputada local del PT Janette Guerrero y el representante del partido ante el Instituto Electoral capitalino, Ernesto Villarreal.

La ruta está abierta y las condiciones están dadas para una alianza que le permita a Moreno retener su bastión. Habrá que seguir los movimientos de Moreno y los petistas.

NOCAUT. Marcelo Ebrard está reagrupando su fuerza en la Ciudad de México con el control de más alcaldías y su imagen se ha fortalecido tras salir airoso del conflicto con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. ¡Abrazos, no periodicazos!

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