Derechos humanos, nada que festejar

Ciudad de México.- En el Día de los Derechos Humanos, nuestro país no tuvo nada que celebrar.

Por el contrario, tiene poco más de un año que el Senado sepultó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) al designar en una atropellada sesión a Rosario Piedra Ibarra como presidenta de esa institución.

La CNDH se convirtió en apéndice del gobierno, al que no observa a pesar de los altos índices de inseguridad y de las evidencias de que algunos integrantes de las fuerzas armadas continúan violando los derechos humanos.

A eso hay que sumarle el desplazamiento forzado de familias debido a la violencia que se vive en distintas partes del país y la propia militarización de la seguridad pública.

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Piedra Ibarra es inexistente. Desde hace dos años hay escases de medicamentos para niñas y niños con cáncer, y la presidenta de la CNDH ni siquiera voltea a verlos. 

Como Andrés Manuel López Obrador acusa a los padres de los menores de ser un movimiento político para atacar a su gobierno, la titular de la CNDH actúa en la misma dirección, pues hacer lo contrario podría hacer enojar al Presidente, a quien le debe el puesto.

La violación de los derechos humanos en México ha sido una constante desde hace décadas.

Por ello, en 1990 se creó ese organismo que, con claroscuros, había actuado con independencia, aun cuando incomodó a gobiernos en turno.

En el sexenio donde todas las decisiones se toman en Palacio Nacional, la CNDH dejó prácticamente de existir. Incluso la institución ha sido adelgazada en aras del discurso presidencial: “la austeridad”.

Piedra Ibarra es una figura decorativa. Así lo evidenció en la entrevista que dio a Alejandro Domínguez, de Milenio Televisión, donde reconoció que no leyó el expediente de la investigación que realizó la CNDH sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

Triste papel en la defensa de los derechos humanos. Lamentable la ignorancia de la titular de la CNDH.

En México no hay nada que festejar, la violación a los derechos humanos no ha cesado y desde el poder no hay visos de querer proteger a las personas en riesgo.

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