Denunciante de clérigos en Chile llega a Roma

Ciudad de México.- El principal denunciante del escándalo de abusos sexuales por parte de clérigos católicos en Chile llegó a Roma para una audiencia con el papa Francisco y dijo que le pedirá que se deshaga de obispos y cardenales "tóxicos" que han difamado y desacreditado a los sobrevivientes de esos abusos en todo el mundo.

En una entrevista el martes en la Plaza de San Pedro, Juan Carlos Cruz dijo que se sentía honrado de que el papa quiera disculparse personalmente por haber desacreditado a las víctimas. Sin embargo, agregó que también quiere escuchar la explicación de Francisco, que ha dicho que no se dio cuenta de que las víctimas habían acusado al obispo Juan Barros de encubrir al abusador.

Cruz dijo que le parece difícil entender que el papa no se haya dado cuenta. "No es un papa de Ucrania. Es de Buenos Aires, que está a 40 minutos de vuelo" desde Chile, dijo Cruz a la AP. "Así que es difícil entender cómo es que él no estaba enterado, pero quiero reunirme con él y escuchar lo que él tiene que decir".

La enérgica defensa del pontífice de un obispo cuestionado ha sido uno de los capítulos más vergonzosos de su papado e hizo que muchos dudaran de su compromiso de erradicar esa plaga.

Cruz y otras dos víctimas de abuso, Jimmy Hamilton y José Andrés Murillo, tienen programadas varias reuniones con el papa Francisco a partir del viernes. Serán huéspedes del papa en el Hotel Santa Marta en el Vaticano, donde vive el pontífice.

El tratamiento VIP que se les está dando contrasta fuertemente con el tono con el cual la cúpula de la Iglesia católica de Chile los trató durante años.

Francisco los invitó a Roma luego de haber causado revuelo en Chile en enero, al calificar de "calumnias" las acusaciones contra Barros.

Francisco parecía no estar al tanto de que los hombres _víctimas del mentor de Barros, el padre Fernando Karadima_ habían divulgado que Barros estaba en el lugar preciso donde se cometieron los abusos y que su testimonio fue considerado tan verosímil que el Vaticano lo usó para sentenciar a Karadima a pasar el resto de su vida rezando y reflexionando. Hasta ese momento Francisco había dicho que se trataba de una campaña de difamación montada por "izquierdistas".

Ante la controversia causada, Francisco despachó a Chile a su principal investigador de abusos sexuales. Tras recibir el reporte del emisario, el papa emitió una carta pidiendo perdón a las víctimas e invitándolas a Roma.

Además, el pontífice emitió una advertencia severa para los obispos de Chile, que tienen un historial de desacreditar a las víctimas, imponer sentenciar leves a abusadores y a veces encubrir totalmente sus abusos.

En la carta, Francisco admite que cometió "errores graves de criterio y percepción" en el caso de Barros, por lo cual culpó una falta de "información balanceada y veraz".

Muchos chilenos acusan también al arzobispo retirado de Santiago, cardenal Javier Errazuriz, quien fue supervisor de Barros durante muchos años y es un asesor de Francisco.

En unos correos electrónicos, Errazuriz se refiere a Cruz de ser un "mentiroso" y una "serpiente" ensañada en destruir a la Iglesia católica de Chile. Barros, Hamilton y Murillo demandaron a la arquidiócesis por encubrir los abusos de Karadima. El caso está siendo apelado.

Cruz ha exhortado a Francisco a retirar líderes "tóxicos" como Errazuriz, quien también está en Roma en estos momentos para reuniones con el papa.

"Creo que (Francisco) es un buen hombre y creo que quiere hacer lo correcto", dijo Cruz. "Desafortunadamente ha estado escuchando a gente tóxica que lo rodea y eso debe parar… Ellos tienen que irse, él tiene que hacerlos responsables". (AP) 

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