Continúan las labores de búsqueda y rescate en las zonas afectadas

Ciudad de México.- A tres días del sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, cientos de personas, rescatistas, bomberos, paramédicos, soldados, marinos y perros de búsqueda no han parado labores con el único objetivo de localizar y salvar a las personas atrapadas en los escombros.

Han pasado 72 horas y los trabajos no han parado, a pesar de las fuertes lluvias que han caído en la capital del país, el frío de la noche y las restricciones de algunas autoridades para evitar la participación de voluntarios, no han frenado la intención de seguir con las labores humanitarias.

Una escena conmovedora se dio ayer por la noche, cuando integrantes de rescate de “Los Topos” extrajeron el último cuerpo de un edificio de las calles de Amsterdam y Laredo, colonia Condesa, cuando se entonó el himno nacional mexicano en honor a las personas que habían perdido la vida en este derrumbe.

Otra escena conmovedora fue en el complejo habitacional de Tasqueña, en su cruce con avenida Tlalpan, al sur de la Ciudad de México, cuando los asistentes en la localización de personas con vida aplaudieron y gritaron “Viva México” al momento de sacar los cuerpos de tres personas, dos menores de edad y a su madre, quienes se encontraban en el segundo piso de una edificación de seis y que hasta el pasado miércoles se tenía información de que estaban con vida.

Sin embargo, algunos damnificados no han tenido la misma suerte, debido a que no ha recibido el apoyo gubernamental, algunas zonas de la colonia Portales, también al sur de la capital mexicana, se han enfrentado, incluso, con autoridades de la delegación Benito Juárez por la pasividad con la que han actuado.

Incluso algunos rescatistas, provenientes de diferentes estados de la República se han topado con las restricciones de algunos integrantes de la Sedena, quienes les han indicado que ya no pueden acceder a estas zonas por órdenes superiores.

“Nosotros venimos del Estado de Querétaro, venimos con toda la herramienta necesaria, traemos cámaras infrarrojas, palas, taladros especializados para romper bloques de concreto, guantes, cascos, botas, arneses, mangueras, cuerdas y cinco ambulancias para el traslado de los heridos.

“Desafortunadamente, los soldados ya no nos dejan pasar, nos dicen que por órdenes superiores ya no necesitan de nuestra ayuda, entonces tenemos que movernos a otros puntos, pero no nos dicen exactamente a dónde, por lo que vamos divagando para ver dónde vemos alguna emergencia”, comentó Claudio Herrera, rescatista queretano experto en desastres.

En otras zonas más alejadas al centro de la Ciudad de México, como Xochimilco y Tláhuac aún esperan a que la ayuda llegue en las próximas horas y ante esta contingencia, la primera reacción fue de los vecinos, quienes se organizaron para el retiro de escombros, levantamiento de algunos cadáveres localizados en algunos domicilios y hasta para coordinar el tráfico y evitar accidentes.

Pero a pesar de estas dificultades, las calles siguen llenas de voluntarios que con las manos lastimadas y ensangrentadas siguen apoyando, otros en bicicletas desafían las leyes de la física y cargan hasta el doble de su peso para transportar víveres o medicamentos.

Y aunque esta ayuda parece cubrir algunas necesidades, la cifra de muertos aumenta y el útimo reporte del Gobierno de la Ciudad de México señalaba 153 personas fallecidas, 99 mujeres y 54 hombres; de esta cifra se desprenden 26 menores de edad que fallecieron.

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