Ciudad de México.- El sacerdote Carlos López Valdés recibió sentencia condenatoria de 63 años por abusar de un menor, de la cuál sólo podrá ser cumplida por los próximos 40 años, debido a que esa es la pena máxima que puede cumplirse en la Ciudad de México.
Esta es la primera sentencia penal contra un sacerdote católico acusado de pederastia en la Ciudad de México.
Carlos López Valdés fue acusado por Jesús Romero Colín, que sufrió los abusos entre 1994 y 1998 e hizo la denuncia en 2007. Romero de niño quería ser sacerdote y fue así como se fue a vivir a una iglesia con el párroco, que prometió a su familia servirle de guía en ese camino.
Romero Colín recibió una carta personal de puño y letra del papa Francisco hace cinco años, cuatro meses después de iniciar su pontificado, en la que expresaba su "dolor y vergüenza" y le pedía "perdón en nombre de la Iglesia".
El párroco del templo de San Agustín de las Cuevas en Tlalpan fue separado por la Iglesia del ministerio público en 2010 pero, de acuerdo con Romero Colín, siguió oficiando misa por su cuenta hasta que fue detenido en septiembre de 2016 en el estado de Morelos.
El Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social acusó a autoridades eclesiásticas y civiles de haberlo protegido.
El pasado 8 de marzo el Juzgado 55º en materia penal de la Ciudad de México notificó la emisión de la sentencia condenatoria.
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