Central sindical realiza tercer paro contra Macri

Ciudad de México.- La principal central sindical argentina encabezaba el lunes un paro general de 24 horas, el tercero contra las políticas económicas del presidente Mauricio Macri, que mantiene inactivos los transportes público, aéreo y naviero, las escuelas, los bancos y la administración estatal.

La huelga de la Confederación General del Trabajo (CGT) se sentía con fuerza en la capital argentina por la falta de circulación de autobuses, de trenes y del metro y era respaldada por otros gremios combativos y organizaciones sociales y políticas que realizaban bloqueos en los principales accesos a Buenos Aires.

En las calles de la ciudad solo circulaban a primera hora del día ciclistas, automóviles particulares y taxis que responden a un gremio que se comprometió a garantizar de manera parcial el transporte.

El paro de actividades se cumple en el marco de un creciente descontento social por la alta inflación, la fuerte suba de las tarifas de la luz, del agua y del gas y la puja de sindicatos de distintos sectores por lograr aumentos de salarios superiores al techo fijado por el gobierno de 15% y porque el gobierno se comprometa a cesar los despidos en el sector público.

Los convocantes a la protesta también rechazan el reciente acuerdo de las autoridades con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un préstamo de 50.000 millones de dólares que demandará un mayor recorte del gasto público. El crédito se concretó a raíz de la crisis cambiaria de mayo durante la cual el peso sufrió una fuerte devaluación que obligó al Banco Central a vender miles de millones de dólares de reservas.

Macri dijo a periodistas que el paro “no contribuye a nada” y acotó que no ha habido un gobierno “en décadas” con “tanta preocupación” por generar empleo.

Sin embargo, el comerciante Luis Zárate, dirigente de la agrupación “Vecinos autoconvocados Don Orión” y quien participaba en un corte de acceso a la ciudad, dijo a The Associated Press que la situación económica es “complicada”. “El costo de vida aumentó 30%… y con paritarias (negociaciones salariales) de 15% de aumento no creo que haya trabajadores que lleguen a fin de mes”.

Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero, destacó en tanto que la protesta “abarca a todo el movimiento obrero contra el plan del FMI, que es la estación terminal de los fracasos del gobierno”.

“Queremos recomponer los salarios, detener los despidos masivos en el Estado y defender los convenios colectivos de trabajo”, agregó.

Unos 71.000 pasajeros de vuelos de cabotaje e internacionales fueron afectados por la medida de fuerza en los dos aeropuertos de Buenos Aires y en otras terminales del país.

En tanto, gasolineras, bancos, escuelas públicas y dependencias de la administración permanecían cerradas. El poderoso gremio de los choferes de camiones se adhirió a la protesta, por lo que el transporte pesado y de caudales y la recolección de basura están suspendidos. También permanece inactiva la actividad naviera en los principales puertos exportadores de granos. Sin embargo, el cese de actividades era dispar entre los comercios.

“Este paro refleja un ánimo social que ya estaba complicado… la reciente corrida cambiaria terminó de quebrar una confianza endeble y la sociedad se encontró con que teníamos que ir al FMI porque necesitamos ayuda”, dijo a AP Matías Carugati, economista jefe de la consultora Management & Fit.

La mayoría de los argentinos considera que el Fondo es responsable de la pobreza generada por los planes de ajuste aplicados durante las crisis económicas pasadas.

Carugati indicó que los pronósticos económicos han empeorado, ya que la estimación de inflación pasó a ser de entre 28% y 30% anual mientras que se prevé muy escaso crecimiento, “lo que se sentirá sobre todo en materia de empleo y se va a traducir en (protestas) en la calle”.

Dirigentes de la CGT consideran que el programa económico que implementó Macri, un conservador que llegó al poder a fines de 2015, fracasó porque no ha logrado atajar el alza de los precios, poner en marcha el aparato productivo y atraer la lluvia de inversiones pronosticada.

En lo que va de año, la moneda argentina se ha depreciado más de 50% y se prevé que ello repercuta en el alza de los precios.

La central sindical, que con el correr del tiempo ha profundizado sus diferencias con el gobierno, realizó una primera huelga en abril de 2017 y una segunda en diciembre de ese mismo año, ambas contra reformas económicas antipopulares.

El gobierno apuesta a que el préstamo del Fondo estabilice la economía, que este año crecería no más de 1%, y ayude a Argentina a recuperar la confianza de los inversores. (AP) 

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