Ciudad de México.- La tradición de regalar dulces en el día de Los Reyes Magos, tiene en la Central de Abasto de la Ciudad de México, no sólo al principal distribuidor de la Zona Metropolitana Del Valle de México, sino el sitio que desde hace 35 años ha conformado la evolución de una venta a granel hasta los empaquetados de los dulces.
El Coordinador General y Administrador del mercado mayorista, Sergio Palacios Trejo, señaló que el Sector de Abarrotes durante la temporada navideña y en el Día de Reyes, registra un incremento en la venta y compra de caramelos y confituras.
“Los principales artículos son los dulces y las materias primas para la elaboración de la Rosca como es la fruta cristalizada; aquí encontrarán todo el año una enorme variedad, estamos hablando de más de 3 mil productos”, resaltó.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Distribuidores Mayoristas en Abarrotes (ADMA), Manuel Jacobo Rufeil, un solo ejemplo del potencial de venta durante las celebraciones navideñas y del 6 de enero, son las más 200 mil cajas de botas con caramelos, a través de 50 locales especializados.
Palacios Trejo recordó que en la Ceda se abastecen mercados públicos, tianguis y tiendas de abarrotes de la Ciudad de México y zona conurbada, así como distribuidores a nivel nacional.
“Antes el dulce se compraba a granel, sin embargo por razones de sanidad y de practicidad los fabricantes fueron incorporando bolsas, cajas y empaques diversos”, precisó.
La venta de dulces para esta festividad tuvo su origen en la Merced y posteriormente se fortaleció en la Ceda donde se trasladaron los vendedores en búsqueda de un mejor espacio.
Rufeil nació y creció entre dulces en la Guadalupana negocio familiar en Avenida Circunvalación, donde el 90 por ciento se vendía a granel y la llegada a la Ceda con Jalil Dulcerías como pioneros, se fundaron las primeras tiendas de autoservicio.
Recuerda que “México tiene una gran tradición dulcera, en la mayoría de las casas hay dulces y chocolates y el regalo de estos productos ha pasado de generación en generación. Mucha gente compra, hay diversas marcas para elegir y una gran tradición que inició con la piñata que antes tenía fruta, después se cambió por colación y posteriormente paletas, caramelos, dulces y hasta juguetes”.
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