Carta abierta a la Asamblea Legislativa

Ciudad de México.- Mañana será sometido al pleno de la ALDF el dictamen sobre la Ley Electoral de la Ciudad de México. Es una de las leyes secundarias establecidas por la Carta Magna local que debe aprobarse esta misma semana. Se espera un amplio debate sobre la modalidad que adoptará la integración de las alcaldías. Se confrontarán dos propuestas totalmente antagónicas entre los diputados locales: de un lado, la que sostienen quienes atendiendo el mandato de progresividad democrática establecido por la primera Constitución Política de la Ciudad de México apoyan la propuesta de facilitar las candidaturas independientes y que por lo tanto, los concejales que integrarán las alcaldías sean elegidos en lo particular, dando vida a un modelo de “alcaldías ciudadanas”; mientras que por el otro lado, están quienes aún anhelan mantener los viejos controles corporativos, el monopolio de la actividad política y un esquema de gobierno local nuevamente alejado de los ciudadanos.

La Asamblea Constituyente que redactó la Constitución Política CDMX, publicada el pasado 5 de febrero, estableció en su artículo 53 la forma de integración, organización y facultades de las alcaldías. Los profundos debates que se presentaron al interior del Poder Constituyente concluyeron con la necesidad de transformar una forma de gobierno político-administrativa conocida como “jefaturas delegacionales”, por otra muy distinta que a partir de 2018 se denominará “alcaldías”. Éstas serán órganos de gobierno colegiado en las distintas demarcaciones territoriales y estarán integradas “por un alcalde o alcaldesa y un concejo, electos por votación universal, libre, secreta y directa para un periodo de tres años”. Las alcaldías serán parte de la administración pública de la Ciudad de México en términos de las competencias constitucionales y legales correspondientes, representarán un nivel de gobierno y la base de la división territorial que hará efectiva la autonomía de la entidad federativa denominada Ciudad de México.

La idea central que animó la reflexión en la Constituyente era el claro agotamiento de un viejo modelo de organización que representa en el ámbito de gobierno más próximo al ciudadano, los aspectos evidentes y enraizados de una cultura política que reproduce fenómenos de personalismo, clientelismo, autoritarismo, corrupción, discrecionalidad, ineficacia e ineficiencia. La democratización de la ciudad exige acabar con estos feudos personales ampliando la participación ciudadana y haciendo jurídicamente efectivo el derecho a la ciudad. Pero como se puede observar el dinosaurio local se resiste a morir, según proponen quienes sostienen que los integrantes de las alcaldías deberán elegirse por planilla en una sola elección por demarcación territorial. Este esquema reproduce lo peor de la partidocracia tradicional, dado que el partido que obtenga la mayoría relativa de votos obtiene, automáticamente, al alcalde y al 60 por ciento de los concejales.

Del resultado de la votación prevista para mañana sobre el procedimiento para elegir a los integrantes de las alcaldías contenido en la Ley Electoral, sabremos si nuestros legisladores locales estuvieron a la altura del mandato político que recibieron de una ciudad que aspira a una democracia de calidad, y al mismo tiempo, si los enemigos que enfrenta la primera Constitución Política CDMX y que buscan limitar los derechos ciudadanos, también se encuentran en casa.

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@isidrohcisneros

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