Caro Quintero, un agravio explosivo

Ciudad de México.- Rafael Caro Quintero se está convirtiendo en un problema que puede tener repercusiones en las maltrechas relaciones entre las agencias de seguridad de México y Estados Unidos.

Hace unos días, una juez, en Nueva York, autorizó la confiscación de cinco propiedades en la zona metropolitana en Guadalajara, Jalisco. La solicitud, de la Fiscalía del distrito de Manhattan, es producto de una larga investigación.

Lo más probable es que no ocurra nada y Caro Quintero conserve sus bienes raíces y muchos de sus negocios que operan familiares o prestanombres. Será un punto más en una racha nada ejemplar que para los estadounidenses es escandalosa. Por momentos pareciera que los únicos que investigan a los bandidos que operan en México, son los fiscales de la Gran Manzana.

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En 2013 Caro Quintero salió porque había cumplido los castigos en su contra por narcotráfico y crimen organizado. Lo detuvieron en 1985, donde la acusación más relevante era por su participación en el homicidio del agente de la DEA, Enrique Kike Camarena.

Su liberación se dio cuando aún faltaban 12 años para cumplir la sentencia de cuatro décadas que le dictaron y todo se debió a un formalismo legal. Resulta que Caro Quintero llevó su proceso en el ámbito federal y no debió ser así, ya que Camarena no estaba acreditado como funcionario consular o diplomático, lo que entra en la esfera del fuero común y de sus tribunales.

Cosas de la vida, la propia cobertura que la DEA estableció para su agente especial, se utilizó años después para liberar al principal de sus victimarios.

Es por ello, que Caro Quintero es uno de los criminales más buscados en EEUU y se ofrece una recompensa de 20 millones de dólares para quien proporcione información que lleve a su captura.

En la DEA les asiste la razón de estar preocupados, ya que se suman las evidencias y los reportes de seguridad que señalan que Caro Quintero no solo no se jubiló, sino que trabaja en el negocio del narcotráfico desde Sonora y asociado con el cártel de Juárez.

Es justo en la región de Caborca, donde disputa el territorio a sus antiguos aliados del grupo criminal de Sinaloa y en particular contra los hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.

No tardarán en desatarse más peticiones y alertas, que tarde o temprano tendrán que ser atendidas.

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