Ciudad de México.- A Morena, como al presidente Andrés Manuel López Obrador, la Covid-19 le cayó como “anillo al dedo”. A unos días de que inicien las campañas, estas tendrán que ser distintas debido a la pandemia y no enfrentarán los reclamos ciudadanos por su elección de candidatos.
Por eso Félix Salgado Macedonio anda tan tranquilo. Con una ventaja de casi 2 a 1 sobre su más cercano competidor, el morenista no tendrá que salir a las calles y enfrentar los reclamos sobre la presunta violación de cuatro mujeres.
En San Luis Potosí, el partido del gobierno postuló a una candidata débil y cercana al gobernador Juan Manuel Carreras. Mónica Rangel, quien fuera secretaria de Salud del actual gobierno estatal, es una jugada de dos bandas por parte de Morena.
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Por un lado, postular a una mujer para cumplir la cuota de género ordenada por el INE y por el otro, cumplirle a sus aliados del Partido Verde para que su candidato, Ricardo Gallardo, tenga posibilidades de ganar el gobierno estatal.
Gallardo es, junto con Salgado Macedonio, un personaje impresentable. En 2015 estuvo preso en el penal federal de Hermosillo, acusado de delincuencia organizada y uso de recursos de procedencia ilícita.
En Sonora, Morena y su candidato Alfonso Durazo podrán evadir los pésimos resultados que este último tuvo como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno de López Obrador. Fueron los dos años más violentos en la época contemporánea de México.
Las campañas tendrán un ingrediente distinto a las de otros años. No habrá tanto contacto con la gente, porque en los próximos meses, a pesar de la llegada de las vacunas, las y los mexicanos tendremos que seguir guardando sana distancia y acatando las medidas sanitarias dictadas por las autoridades de salud.
Así podrán evitar los cuestionamientos y reclamos de los electores, quienes hasta el momento no han recibido por parte de Morena y su dirigencia explicaciones sobre la elección de candidatas y candidatos con un pasado oscuro.
Y Mario Delgado, muy dado a repetir todo lo que se dice en Palacio Nacional, podrá decir que la pandemia les cayó como “anillo al dedo”.
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