Ciudad de México.- La campaña presidencial de Brasil llegó a su fin oficial este jueves, con los candidatos preparados para enfrentarse en un debate televisado, antes de la votación del domingo.
La elección en la quinta nación más poblada del mundo se ha convertido efectivamente en una carrera entre dos hombres: el legislador de extrema derecha Jair Bolsonaro y Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), abanderado de la izquierda brasileña.
Bolsonaro mantiene una sólida ventaja en primera ronda sobre Haddad, según las encuestas de Datafolha e Ibope en los últimos días, pero las mismas encuestas muestran que ambos virtualmente empatan o que Haddad tiene una ligera ventaja en el caso de un balotaje el 28 de octubre si nadie obtiene una mayoría absoluta.
Bolsonaro no ha podido hacer campaña, más allá de publicaciones en redes sociales, desde que sufrió un ataque con arma blanca durante un mitin hace un mes. Por consejo médico, no participará en el debate del jueves por la noche, dijo el candidato.
No obstante, su apoyo se ha incrementado en los últimos días, con algunos observadores que dicen que incluso podría ganar la presidencia en primera ronda por la división del voto de izquierda entre Haddad y un puñado de otros candidatos.
En un último esfuerzo, Bolsonaro dijo en una estación de radio en el noreste de Brasil -donde su apoyo es más débil- que pondría al Ejército a trabajar para ayudar a terminar algunos proyectos importantes de infraestructura estancados en la región, y que para su presidencia convocaría a socios de todos los partidos, incluso el PT.
"Queremos descentralizar los ingresos del Gobierno y enviarlos a los estados, donde los gobernadores y alcaldes saben cómo aplicar mejor los recursos a nivel local", dijo.
La campaña de Haddad golpeó duramente a Bolsonaro el jueves, utilizando el último día de publicidad televisiva para comparar al excapitán del Ejército, que durante mucho tiempo ha elogiado la dictadura de Brasil de 1964-85, con Adolf Hitler.
Los anuncios mostraban clips de las declaraciones más incendiarias de Bolsonaro junto a imágenes del exlíder alemán. (Reuters)
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