Buscan que las Iglesias apuntalen la cuarta transformación de AMLO

Ciudad de México.- Las Iglesias son consideradas piezas claves para la cuarta transformación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Tan sólo en las últimos días han sido convocadas por funcionarios federales a participar en el diálogo para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo.

En pago a su lealtad, López Obrador ha recibido en dos ocasiones en menos de un mes a integrantes de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, que no es representativa de las Iglesias evangélicas mayoritarias del país.

El 12 y 13 marzo en la subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación se realizó un diálogo sobre el Plan Nacional de Desarrollo con la participación de representantes religiosos. 

En las mesas se trataron dos temas: las Asociaciones Religiosas y la Reconstrucción del Tejido Social y las Asociaciones Religiosas en los Procesos de Pacificación.

A esta convocatoria asistieron representantes de las iglesias: Católica, Anglicana, evangélicas, Cienciología e integrantes del Consejo Interreligioso de México entre éstos Luteranos, Budistas, Musulmanes, Sikh y Judíos.

Previo al encuentro se les envió un documento que incluía, una serie de preguntas: ¿Qué considera imprescindible para impulsar una gobernanza democrática fundamentada en la participación, la vinculación social y la creación de ciudadanía? Partiendo de que uno de los objetivos específicos es “contribuir a la gobernabilidad, prevención social y la reconstrucción del tejido social en los ámbitos familiar, comunitario, laboral y ciudadano”; ¿Qué sugeriría para lograrlo? ¿Qué sugiere para favorecer la participación de las Asociaciones Religiosas, grupos y movimientos religiosos en la reconstrucción del tejido social, garantizando el Estado laico y asegurando una perspectiva incluyente y equitativa?

El sacerdote anglicano Arturo Carrasco insistió en que no se puede construir la paz, si no está fundada en la justicia y sustentada en la verdad porque se requiere verdad y justicia, para perdonar y alcanzar la reconciliación.

El arzobispo Carlos Garfías, expuso la labor que realiza la Iglesia Católica en la reconstrucción de la paz y  manifestó su extrañeza de las conferencias matutinas del Presidente porque más que aportar a la gobernanza, “pareciera que genera incertidumbre y conflicto”.

En ese encuentro, algunos representantes manifestaron su suspicacia por la cercanía de López Obrador con el pastor Arturo Farela de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas que agrupa a Iglesias minoritarias, principalmente, del sureste del país y con quien se ha reunido en dos ocasiones en menos de un mes.

El pastor Arturo Farela se comprometió a difundir la Cartilla Moral y solicitó que se le otorguen permisos y concesiones en radio y televisión a las Iglesias, para que difundan sus mensajes en los medios públicos, una vieja demanda de las Iglesias en México a la que el Presidente accedió.

Pero por qué López Obrador prefiere al dirigente de Confraternice y no a líderes evangélicos de Iglesias mayoritarias o históricas. La respuesta: En plena campaña electoral presidencial en el 2012, Confraternice participó en la organización del simposium “Libertad Religiosa y Derechos Humanos” al que invitaron a los cuatro candidatos presidenciales a exponer sus propuestas para mantener la libertad religiosa en el país.

A ese encuentro con evangélicos sólo asistió el candidato Andrés Manuel López Obrador quien recibió una bendición por imposición de manos que fue dirigida por el pastor Farela.

Al difundirse el video de ésta, el PRI presentó una queja ante el Instituto Nacional Electoral en contra de López Obrador, acusándolo de "violar" el Estado laico, el cual dictaminó que no se había violado la ley. Por ese encuentro nació una amistad que ahora le rinde frutos al líder evangélico.

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