Arropado por el Estado Mayor Presidencial, AMLO ofrece tregua

Ciudad de México.-Andrés Manuel López Obrador, oficialmente presidente electo, más resguardado por escoltas que otras ocasiones, arribó a las instalaciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para reiterar el discurso de “pacificación”, que desde inicio de campaña caracterizó su proyecto.  

Acompañado sólo por sus hijos, Gustavo y Andrés López, el líder tabasqueño ocasionó que a su alrededor un operativo ordenado por el Estado Mayor Presidencial duplicara las medidas de seguridad para acceder al recinto.

Desde las 7:00 de la mañana estaba dada la orden para prohibir sobrevuelos en el Tribunal, además del despliegue de elementos de la policía federal que cercaron la zona de la sede para la “ceremonia solemne de la entrega de constancia”.

Entre los invitados a la ceremonia, destacaron la escritora Elena Poniatowska; la presidenta del PRI, Claudia Ruiz Massieu; el virtual Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; Eric Flores, presidente del Partido Encuentro Social; Olga Sánchez Cordero, virtual Secretaria de Gobernación de AMLO; y Cuitláhuac García, gobernador electo de Veracruz.

Sin embargo, brilló la ausencia de Beatriz Gutiérrez, su esposa; Tatiana Clouthier, una de sus colaboradoras más cercanas, así como la candidata electa en la CDMX, Claudia Sheinbaum.

Durante sesión previa, los siete magistrados del TEPJF dieron su voto a favor de validar a López Obrador el presidente electo; destacaron la histórica participación de la ciudadanía, el triunfo de “la izquierda”, y una elección equitativa.

Sin olvidar el papel de los candidatos independientes, los magistrados aceptaron el triunfo del candidato de “Juntos Haremos Historia”, al cumplir con los requerimientos estipulados por la Carta Magna.

Tras salir del recinto, el tabasqueño se detuvo sólo un momento para posar con su constancia hacia sus invitados, a la calle, donde lo esperaba un pequeño mitin, y finalmente a la prensa.

A comparación de otros eventos, el líder moral de Morena se reservó sus palabras para el discurso de pacificación, en el que ofreció no entrometerse en la potestad de otros Poderes; y al salir, evitó fotografías con la gente.

De manera precipitada, entre porras de sus adeptos y uno que otro curioso, se despidió con un gesto con la mano y abordó su popular sedán blanco.

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