Alerta Cruz Roja Internacional incremento de ataques en los últimos dos años

Ciudad de México.- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) denunció hoy un creciente aumento de ataques contra sus instalaciones y personal en los últimos dos años, un día después de que una de sus enfermeras, de nacionalidad alemana, fue secuestrada en Somalia por hombres armados.

En un comunicado, el CICR destacó que desde la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para lograr mayor respeto de la inviolabilidad de la asistencia de salud, los actos de violencia y amenazas en su contra han ido en aumento cada semana.

“Lamentablemente, desde mayo de 2016 hasta la fecha, el CICR ha registrado más de mil 200 incidentes de violencia contra instalaciones o miembros del personal de salud en tan solo 16”, destacó la declaración, publicada en la página Web del organismo.

En Afganistán, por ejemplo, añadió, el uso de instalaciones de salud por portadores de armas y los ataques contra trabajadores de la salud, incluidas amenazas, secuestros y homicidios, así como la destrucción y el cierre de instalaciones de salud, han limitado el acceso de miles, sino millones, de personas a la asistencia de salud.

"Los ataques contra instalaciones y personal de salud son una tragedia doble. Primero, causan heridas y amputaciones a las personas que necesitan asistencia y a las que la prestan. Pero también privan a muchísimas de recibir ayuda y les quitan la esperanza de algún día recuperarse", indicó Peter Maurer, presidente del CICR.

La declaración destacó que la aprobación de la resolución 2286 del Consejo de Seguridad, el 3 de mayo de 2016, fue una contundente medida adoptada por la comunidad internacional para abordar los ataques violentos contra la asistencia de salud, pero subrayó que “las promesas de prevenir y mitigar esa violencia deben ser acompañadas de acciones”.

“Tan solo esta semana, hombres armados irrumpieron en un hospital de la República Centroafricana donde opera un equipo de cirugía del CICR, y amenazaron a pacientes, personal médico y voluntarios. Una ambulancia fue detenida y amenazada en la calle”, ejemplificó.

La denuncia de la Cruz Roja se da a conocer a menos de 24 horas de que una enfermera alemana que trabaja para el CICR en Mogadiscio, capital de Somalia, fue secuestrada por un comando armado dentro de las propias instalaciones del organismo.

El secuestro ocurrió la noche el miércoles, alrededor de las 20:00 horas locales, cuando hombres armados ingresaron al complejo del CICR en Mogadiscio, ubicado en cerca del cruce del kilómetro cinco de la capital somalí.

"Estamos profundamente preocupados por la seguridad de nuestra colega", indicó Daniel O'Malley, subjefe de delegación del CICR para Somalia, en un comunicado emitido luego del secuestro de la enfermera alemana, cuya identidad no fue revelada.

La oficina del CICR en Somalia destacó que está en contacto con diversas autoridades para tratar de garantizar la liberación de la enfermera, por lo que por ahora “no es apropiado proporcionar información adicional.

"Pedimos su liberación inmediata e incondicional", destacó O'Malley, tras destacar que la enfermera “trabajaba todos los días mejorar la salud de algunas de las personas más vulnerables del país africano”.

Ante la amenaza constante que su personal enfrenta para llevar a cabo su labor, el CICR instó a la comunidad internacional, principalmente en zonas de conflicto, a tomar las medidas siguientes:

Las fuerzas armadas deben abstenerse de atacar a los civiles y a la infraestructura civil, incluidas las instalaciones, el personal y los vehículos sanitarios

Se debe levantar los bloqueos que impidan la entrega de insumos médicos necesarios y la evacuación de los heridos y los enfermos

Se debe investigar los incidentes violentos contra la asistencia de salud y responsabilizar a los autores de ataques que infrinjan el derecho internacional humanitario.

El organismo subrayó que la destrucción de la infraestructura de salud y la interrupción de los servicios médicos han sido particularmente preocupantes en conflictos que se viven en Oriente Próximo.

“Más de la mitad de los hospitales públicos y los centros de salud de Siria están cerrados o funcionan parcialmente. Algunos de ellos han sido afectados por ataques aéreos múltiples. La provisión de insumos médicos en partes del país, así como la evacuación de los heridos y los enfermos, han sido obstaculizadas en forma recurrente”, indicó.

En Irak, agregó el CICR, la destrucción de infraestructura civil en las zonas afectadas por las hostilidades más recientes es generalizada. “En Salá Al Din, más de la tercera parte de los centros de salud están dañados o destruidos.

El comunicado precisó que en la Republica de Yemen, solo el 45.0 por ciento de la infraestructura de salud del país estaba en funcionamiento a finales de 2017, y la mayoría de los establecimientos no tenían insumos médicos suficientes.

"Incluso la guerra tiene sus normas. Los heridos y los enfermos deben ser protegidos en todas las circunstancias. La violencia que los priva del acceso a la asistencia de salud constituye una infracción del derecho internacional humanitario”, apuntó el presidente del CICR.  (Notimex)

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