¿Todas mienten?

Ciudad de México.- En un país envuelto en el machismo, la misoginia y la agresión a las mujeres (física, verbal o sexual), las denuncias caen al vacío. Se presenten ante las autoridades, en medios de comunicación o en redes sociales, las acusaciones contra violentadores son ignoradas.

A pesar de que cada vez hay más señalamientos, los violentadores lo niegan. Tan solo la acusación (por cualquier vía) debería ser motivo de investigación, porque muchos de esos abusos los cometen hombres con poder, que gozan de impunidad.

Un caso es el de Félix Salgado Macedonio, señalado por Basilia Castañeda de haber abusado sexualmente de ella en al menos tres ocasiones. Denunció, pero las autoridades optaron por cerrar el caso por cuestiones políticas.

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Propuesto por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su partido, Morena, como candidato a gobernador de Guerrero, el senador con licencia fue cubierto por un manto protector que lo absolvió.

Hubo más mujeres que denunciaron, pero fueron ignoradas. ¿Qué ha hecho Salgado Macedonio? Negarlo.

Otro caso, el del exdiplomático y escritor Andrés Roemer, sobre quien también pesan denuncias por abuso sexual. Este personaje ya tiene una orden de aprehensión por violación, dictada por un juez de Control, y la Unidad de Inteligencia Financiera le congeló sus cuentas.

Roemer tiene al menos 61 denuncias por agresiones sexuales. ¿Qué hizo este personaje? Negarlo, huir y volverlo a negar.

Después de que se le giró orden de aprehensión, desde su escondite, envió una carta al programa de Ciro Gómez Leyva, en donde niega haber “violado agredido, amenazado, ni usado ningún tipo de violencia en contra de ninguna mujer”.

Entonces ¿por qué huyo?

El diputado de Morena, Benjamín Saúl Huerta, es acusado de violar a un menor de edad. Incluso, en la Cámara de Diputados se inició el proceso de desafuero. ¿Qué hizo el morenista? Negarlo.

Los victimarios se hacen las víctimas. Se dicen objeto de complots o campañas en su contra. Absurdo que tantas personas se pongan de acuerdo para acusarlos.

Son enfermos y cínicos con poder y dinero que sobajan y maltratan a los demás.

Hay que creerle a las víctimas para acabar con los abusos.

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