¿Movimiento Morena?

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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Ciudad de México.- Ya entrados en la cuenta regresiva para el cierre de las campañas en la Ciudad de México (CDMX) hay una duda constante en la conversación de las redes sociales sobre si Movimiento Ciudadano (MC) es una tercera vía o un satélite más de Morena.

Hay varios elementos que sirven para despejar la duda y la respuesta final la tendremos el próximo 6 de junio y en las acciones subsecuentes de MC.

Por ahora se puede perfilar lo siguiente. El senador  Dante Delgado, dueño del partido, ha manejado la institución como una franquicia y vale la pena recordar un poco de su historia en la CDMX.

Antes de ser Movimiento Ciudadano era Convergencia y siendo ese emblema siempre fue aliado a Andrés Manuel López Obrador en sus candidaturas presidenciales. En el caso de la CDMX en 2012, Convergencia tuvo un papel preponderante en la definición del jefe de Gobierno, que resultó Miguel Ángel Mancera.

La operación estuvo en manos de Manuel Camacho Solis con el famoso DIA que agrupó al PRD, PT y Convergencia. Camacho Solis, mentor de Marcelo Ebrard, fue el gran constructor del acuerdo para bajar a todos los aspirantes y allanarle el camino a Mancera.

La relación de López Obrador con Delgado parece fracturada, pero hay un actor que revivió a MC en la ciudad y está en medio del juego que está en la mesa: Ebrard, quien tiene fuertes intereses en la capital del país, más allá de sus aspiraciones presidenciales en 2024.

Ebrard en 2009 revivió a Convergencia en la CDMX y sus votos en la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal cuando la lideresa era Alejandra Barrales y se perfilaba como candidata a la Jefatura de Gobierno hasta que Camacho Solis y Ebrard le mataron sus aspiraciones con el apoyo de René Bejarano.

Uno de los personajes que llegó a comandar el nuevo MC fue Guillermo Orozco, tío del actual jefe de la Policía capitalina, Omar García Harfuch, y también un buen alumno de Camacho Solis y amigo de Ebrard.

Orozco trazó buena relación con Barrales y luego apareció Cuauhtémoc Velasco, el tío de Roberto Velasco, el joven que dirige la política de México en América del Norte por gracia de Ebrard. Saltó a la fama por comer cacahuates en un acto diplomático, pero su fuerte es la relación de su tío con el canciller.

Orozco fue institucional en el gobierno de Mancera, incluso cargo con el estigma de ebrardista y al final condujo la Secretaría de Gobierno de la CDMX dando certeza de piso parejo a la contienda electoral donde Claudia Sheinbaum le ganó a Barrales.

Ya pasado casi el primer trienio de gobierno de Sheinbaum, MC se empezó a aglutinar y se perfilaba que sumaría parte del mancerismo y perredismo que se dispersó en 2018. Al final quedó como un club de amigos donde la cabeza es Barrales, quien es de las manceristas que no ha recibido ninguna amenaza ni orden de aprehensión, al igual que Orozco o Salomón Chertorivski. Lo cual no es casual.

Incluso el dirigente de MC en la CDMX, Royfid Torres, es un alfil de Barrales, quien lo anotó en el número uno plurinominal al Congreso CDMX y de suplente a su hermano Alejandro. 

El personaje que hace buscará entre Sheinbaum y Barrales es el amigo de ambas y dirigente de Morena en la CDMX, Héctor Ulises García Nieto, quien fue subordinado de Barrales en la Secretaría de Educación capitalina en el gobierno de Mancera. 

En MC hay otros personajes ligados a Barrales como Alejandro Piña, quien es alfil de Julio César Moreno y busca ganarle el distrito 11 local a Lourdes Paz.

En la CDMX, Chertorivski ha hecho un papel de opositor a Morena y en el gobierno tan no se la creen que sólo lo han llamado vendedor de seguros. 

Dante Delgado logró posicionar a MC en la CDMX con muchos de raíces ebrardistas y camachistas por lo que será un factor después del 6 de junio y, probablemente, no se inclinen a Morena del todo, pero sí a Ebrard con la resurrección de Barrales.

NOCAUT. El PT en la CDMX hizo una apuesta mediocre a ligarse con Morena y hoy tiene su registro perdido por el desplome del partido en el poder desde López Obrador hasta los alcaldes. Les dio miedo ir solos y prefirieron seguir mordiendo el presupuesto aunque sea poquito, aunque en Coyoacán se cocinen aparte. ¡Abrazos, no periodicazos!  

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