Los nuevos dirigentes de Morena CDMX

Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Los nuevos dirigentes de Morena en la Ciudad de México se conocerán el próximo 14 de agosto.

El partido por primera vez logró un proceso democrático para elegir a sus nuevos dirigentes.

Por ello, la jornada electoral no estuvo a salvo de las clásicas artimañas de los caciques que operaron con recursos públicos desde sus alcaldías en todo el oriente de la CDMX.

Pero el balance para el partido-movimiento es a favor.

Lograron una elección con alta participación de ciudadanos para definir sus consejeros estatales.

Ahora viene el proceso más complejo que es lograr la unidad, porque no se logró previo a la elección y menos en las urnas.

Prueba de ello, es que los alcaldes en Iztacalco, Armando Quintero, y en Iztapalapa, no lograron acuerdos de unidad como se los ordenaron en la Jefatura de Gobierno.

Por eso, hubo dirigentes que entraron por la vía democrática como es el caso de Jesús Valencia o Francis Pirín en Iztapalapa: la capital del obradorismo.

O de Lourdes Paz en Iztacalco, quienes pese a buscar la unidad, impusieron su peso político. Y su mérito tiene abrirse espacio entre los cacicazgos.

Los nuevos dirigentes de Morena 

Por eso ahora el esfuerzo es por la unidad en la nueva dirigencia que tiene la tarea de reponer a Morena en la CDMX rumbo al 2024.

Hasta ahora el acuerdo que avanza más firme es el de la mancuerna de Sebastián Ramírez, vocero de Claudia Sheinbaum, como presidente y Lourdes Paz como secretaria general.

Pero hay otros consejeros que han alzado la mano como Víctor Hugo Romo, quien va en el ala de Martí Batres pero es bien visto como operador para lograr cohesión.

Como perfil de mujer está también el de Bertha Luján, aunque salió muy lastimada por su confrontación con John Ackerman. Y en esa ruta también quienes quieren pero tienen menores posibilidades son el diputado federal Julio César Moreno y el senador Gabriel García.

Los acuerdos se construyen y se van agrupando las mayorías. No habrá sorpresas porque la última palabra la tiene Sheinbaum y todos van a responder a ella.

El reto es la unidad y que la nueva dirigencia encause el camino a un diálogo con la sociedad que está molesta con la 4T.

De ello dependerá el futuro del partido movimiento a la elección de 2024.

NOCAUT. 

La disputa por la CDMX ya comenzó y se abrió por el rubro del principal poder fáctico de la capital del país: el poder inmobiliario.

El resultado de la confrontación va a beneficiar a Morena o fortalecerá al PAN.

Saldrá ganador de la batalla quien le dé certeza a los poderes fácticos y de ahí se desprenderá un nuevo acomodo de la clase política capitalina.

¡Abrazos, no periodicazos!

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