Los murales de Copilco y Tacubaya. El Sistema de Transporte Colectivo Metro cuenta con 7 millones de viajes diarios, muchos pasajeros pasan horas en este transporte público que es uno de los más antiguos de la Ciudad de México; una parte clave del metro es su parte cultural y artística, por eso en algunas estaciones encontraremos diversos murales.
Metro CDMX: Los murales de Copilco y Tacubaya
Tal es el caso de las estaciones: Copilco, de la línea tres (verde) que va de Universidad a Indios Verdes y Tacubaya, de la línea 9 (café) que va de Tacubaya a Pantitlán; que también conecta con la línea 1 (rosa) que va de Observatorio a Pantitlán. En estas estaciones nos podremos encontrar con dos murales.
Mural de Copilco
La estación copilco a la que en su mayoría concurren estudiantes, se encuentra: “El perfil del tiempo”, creado por Guillermo Ceniceros en 1999, quién nació el 7 de mayo de 1939 en El Salto, Durango. Diseñador industrial por la Universidad de Nuevo León y discípulo de David Alfaro Siqueiros.
Esta obra consta de cinco paneles de cada lado, cubre ambos andenes y los cubos de las escaleras. Se retrata la prehistoria, Mesoamérica, grandes imperios y culturas madres. También se plasman algunas obras de Pablo Picasso y Leonardo Da Vinci. De acuerdo con Ceniceros, esta obra tiene como motivo que los usuarios del metro puedan contemplar el pasado de la humanidad como un viaje que los ha traído al presente.
La obra tiene una técnica de acrílico que facilita su restauración y cuenta con 1000 metros cuadrados.
“Si bien la estación Copilco del Metro no es un museo, se convirtió en un lugar de musas… Desde que estaba haciendo el mural de la estación Tacubaya, es decir, desde 1986, ya pensaba en hacer algo en la estación Copilco, por que es enorme y, por lo mismo, impresionante y porque se presta la preocupación fundamental fue mostrar la obra de los demás, antes que mi propia pintura.”, Guillermo Ceniceros.
Mural de Tacubaya
La estación Tacubaya que en náhuatl quiere decir “lugar donde se junta el agua”, tiene el mural “Del Códice al Mural” que se inauguró el 25 de mayo de 1987. Se tituló así porque mucha información de la obra el autor la obtuvo del “Códice Ramírez” y del “Códice Boturini». La obra tardó un año en inaugurarse y tiene una superficie de 600 metros cuadrados. Se plasma la peregrinación de los mexicas desde su salida de Aztlán hasta el Valle de México, para fundar Tenochtitlan o Tenochtitlán.
Esta obra tiene una técnica de acrílico sobre una cama de fibra de vidrio. Además el mural fue hecho para facilitar la restauración de la obra, ya que cuenta con diferentes “capas” fáciles de retirar si están dañadas.
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