La transformación del PAN

Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

El PAN en la Ciudad de México (CDMX) está en una plena transformación.

Aunque no es necesariamente genuina sino obligada por la embestida de Morena con miras al 2024.

Desde 2012, el diputado federal Jorge Romero fue ganando el control total del partido en la CDMX.

Le ayudaron factores como la ampliación del padrón que había permitido previamente el dirigente de Acción Nacional, César Nava.

Eso dio pie a buenas alianzas con el PRD que con el tiempo se fueron consolidando.

Los panistas estaban muy debilitados por la pérdida del gobierno federal y poco a poco fueron aceptando trato de Romero.

Han mantenido su autonomía, pero hoy están juntos y se van a tener que reacomodar.

Es parte de la transición en el poder y ello no implica una derrota si se sabe capitalizar.

Sin embargo, veamos algunos cambios que se han venido gestando en los espacios de poder del PAN.

En el Congreso de la CDMX asumió el control del Poder Legislativo, pese a no ser del grupo de Romero, el experimentado panista Federico Döring.

Tras la salida forzosa de Christian Von todos los panistas en el Congreso se han disciplinado con Döring y él con su oficio político sacó adelante el acuerdo con Morena.

Eso hará que su liderazgo al interior del PAN crezca de manera natural.

En la alcaldía Miguel Hidalgo, el panista Mauricio Tabe, otro de los liderazgos que han crecido con Romero, movió sus piezas.

A la cartera de Desarrollo Social regresó otro panista respetado en el partido: Carlos Gelista, ex líder del partido en la CDMX.

En Coyoacán también se respira algo del viejo panismo con Obdulio Ávila.

Y en Benito Juárez, ahora que están en la mira el juego se descompone para Luis Mendoza, luego de que su hermano está en la mira de la Fiscalía capitalina y tendrán que pensar en los reacomodos en el bastión del PAN.

Ese ajuste es de pronóstico reservado y por ello el PAN en la CDMX ha entrado a una transformación en la que se pondrán a prueba el liderazgo de Romero y las lealtades de su equipo.

NOCAUT. 

Omar García Harfuch sólo fintó con aquello de que se salía de la contienda por la Jefatura de Gobierno de la CDMX.

Su figura resulta atractiva para muchos actores políticos y poderes fácticos, pero las encuestas al interior de Morena demuestran que con los diversos perfiles que tienen ganan el 2024.

Es decir, no hace la diferencia y eso sí, él sería más feliz haciendo carrera policial, la cual le reconoce hasta Ricardo Monreal.

¡Abrazos, no periodicazos!

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