El Partido Acción Nacional (PAN) en la Ciudad de México (CDMX) y sus líderes se dicen perseguidos por la Fiscalía General de Justicia capitalina, que no es autónoma y obedece los deseos de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Pero es el mismo panismo que en 2019 entregó sus votos a Sheinbaum para pisotear la Constitución capitalina y permitir que se instaurara una “Fiscalía Carnal”.
Dicen que en el pecado se lleva la penitencia.
En el momento de esas negociaciones a los panistas se les advirtió que estaban cometiendo una regresión, pero confiaron en que ese “favor” a Ernestina Godoy era un traje de impunidad hecho a la medida.
Con ello, podrían seguir conservando su poder en sus bastiones como lo habían hecho en la era del PRD.
Sólo que desconocían que justo esos ex perredistas a quienes les otorgarían el poder no eran de palabra.
Lo mismo le sucedió al PRI, que confió en que no tendrían repercusión alguna.
Hoy están ante el nuevo dilema de volver a ceder el poder a Ernestina Godoy por cuatro años.
Los panistas ya entendieron el error, sin embargo, el problema ahora está en sus aliados del PRI y PRD que prefieren no arriesgarse y concederle sus votos a Sheinbaum.
Una vez que el PRI y el PRD vuelvan a traicionar a los electores al votar con Morena una Fiscalía Carnal, la pregunta es ¿Se debe rectificar la Alianza CDMX?
Los panistas deben replantear el juego porque van por una senda al abismo.
NOCAUT.
Claudia Sheinbaum presume que en la CDMX mejoró la seguridad.
Pero omite decir que en el periodo de enero-abril de 2023, comparado con el mismo periodo de 2022, en la CDMX crecieron los delitos de homicidio doloso, robo a pasajero en el Metro y el Metrobús, así como el robo a casa habitación sin violencia y a transportista.
El sol no se puede tapar con un dedo. ¡Abrazos, no periodicazos!
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