En 2021 se vivió con gran fuerza el terrorismo electoral, orquestado por la Fiscalía de la Ciudad de México, bajo las órdenes de Claudia Sheinbaum.
La embestida a los opositores que se aglutinaban en los partidos PAN, PRD y PRI fue implacable.
Pese a ello, el resultado fue contraproducente para Morena porque al no lograr doblegarlos, salieron fortalecidos.
Pero desde que conformaban esa alianza fueron cómplices de la creación del mounstro de la Fiscalía que ahora llaman “carnal”.
Tanto PAN como PRI y PRD dieron sus votos para pisotear la Constitución de la CDMX, que preveía una Fiscalía Autónoma.
Le hicieron a Ernestina Godoy un traje a la medida que fue confeccionado por Claudia Sheinbaum.
Y desde 2020 empezaron a pagar las consecuencias del error. En el 2021 lograron un buen resultado en las urnas para equilibrar el Congreso.
La deuda
De mantenerse esa alianza firme en lo parlamentario habrían logrado poner fin a la “Fiscalía carnal” en diciembre de 2023.
Pero el PRI y el PRD ahora volvieron a ser cómplices de los tablajeros de la Constitución capitalina al prestarse a la aprobación de la Ley Godoy, que le permite a Ernestina Godoy ser ratificada por cuatro años más en el cargo.
Este hecho es claro que fractura la alianza Va por la CDMX porque demuestra de que están hechos los aliados del PAN.
Quien traiciona una vez, volverá a hacerlo cuantas veces le plazca. Y Va por la CDMX tiene una deuda porque ya traicionó dos veces al electorado al consentir esos atropellos a la Constitución capitalina desde el Congreso local.
Si mantienen la alianza en sus términos no hay garantía de una mejora y sí de una nueva traición. Cómo advirtió el líder del Congreso capitalino, “quienes avalen la Ley Godoy, no caben en la alianza”.
Por eso se debe reconsiderar y la ciudadanía no tiene más que confiar en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no dejará pasar otra violación al proceso legislativo, ahora en la capital del país.
NOCAUT.
La alianza en la Ciudad de México tiene que hacer un nuevo replanteamiento incluso con el senador Ricardo Monreal.
El zacatecano fue buen administrado por la 4T y es una señal que debilita a Va por la CDMX, que apostaba a la división interna de Morena.
¡Abrazos, no periodicazos!
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