Hacia el 2024

Noviembre fue un mes con marchas y definiciones que aclararon estrategias y estados de ánimo de quienes competirán por la presidencia en 2024, delimitaron campos de batalla y bosquejaron una agenda para la ciudadanía democrática.

La 4T, Morena y el presidente vienen con todo.

Para su marcha dominical se blindaron de cinismo para movilizar, alimentar y gratificar a una porción importante de los contingentes en los 1,787 autobuses contados por Reforma.

Están dispuestos a todo para aplastar opositores, intimidar a críticos y arrasar con cualquier obstáculo a su intención de repetir en la silla del águila.

En el texto leído por el presidente, se autoconcede un diez, se cuelga medallas y se pega estrellitas por los logros conseguidos en las 109 tareas que enumeró.

En suma, se autonombran los sujetos elegidos por la historia para instaurar la felicidad en México.

Tienen razón en congratularse por el aumento al salario mínimo de 88 a 172 pesos y pueden sentirse orgullosos de algunos programas sociales que, junto con las gigantescas remesas de los migrantes, son una formidable red de protección social para las mayorías marginadas.

Hacia el 2024

Sin embargo, le retuercen el cuello a la realidad cuando aseguran que el poder legislativo actúa con “absoluta independencia” (resaltado en el original); las bancadas de Morena y sus aliados se concretan a obedecer las consignas palaciegas.

Y mienten cuando aseguran que este gobierno evita “el tráfico de drogas” y “el contrabando”.  

El contrabando de drogas y armas continúa y eso me lleva a los temas ausentes.

Los duendecillos que redactaron el informe presidencial excluyeron mencionar las demandas judiciales presentadas por la Secretaría de Relaciones Exteriores contra los fabricantes de armas en Estados Unidos y las negociaciones para el Entendimiento Bicentenario.

Son piezas fundamentales de la redefinición de la estrategia de seguridad y con su eliminación excluyen a la cancillería y a Marcelo Ebrard cuyo rostro recibió, durante la marcha, el escupitajo de un exaltado.

En la mañanera de este lunes preguntaron al presidente sobre el “percance” y evadió el tema.

Ni se solidarizó con el canciller ni pidió mesura a sus partidarios.

Otra señal de que la favorita es Claudia Sheinbaum.

Creel y Monreal 

Este fin de semana Santiago Creel y Ricardo Monreal anunciaron en Madrid que en 2023 recorrerán el país para realizar los diálogos para la reconciliación.

Una propuesta blandengue cuando lo que deben presentar a la ciudadanía son sus propuestas sobre los grandes problemas nacionales.

Indispensable saberlo ante la pobreza intelectual de la propuesta presidencial.

El músculo dominical enganchado al carisma presidencial se desdibujó por la ausencia de una brújula intelectual.

El presidente utilizó 6,175 palabras para explicarnos sus 109 logros, y 837 en desarrollar su propuesta estrella: el «humanismo mexicano» que ha estado, según nos dijo el domingo, tras la Cuarta Transformación.

En la mañanera del lunes avisó que antes de dejar el cargo hará un libro “para terminar de explicar” los párrafos que dedicó a esta nueva ocurrencia.

¿Sabe el presidente que la utilización de “humanismo” en política fue instaurado en México por el Partido Acción Nacional?

Si la marcha del 27N fue una oda al caudillo, la del 13N representa el respaldo de una parte de la ciudadanía a las instituciones atacadas.

AMLO olvida a la sociedad civil

Era predecible que el presidente sacara en su informe la habitual agresión innecesaria a la sociedad civil.

Ya se le olvidó el apoyo que recibió de ese sector.

En 1994 pidió respaldo a Alianza Cívica para observar las elecciones de gobernador en Tabasco (él competía contra Roberto Madrazo).

La coalición de ONGsse trasladó a ese estado donde documentó el fraude.

Alianza Cívica desapareció hace años. Otros organismos sociales han seguido observando elecciones.

Este mes se hizo evidente la importancia que tendrá la participación de la ciudadanía organizada para defender la autonomía del Instituto Nacional Electoral, mediar entre los contendientes y señalar riesgos como la ofensiva criminal contra la limpieza electoral.

​El panorama está claro, el campo de batalla definido y las tareas bosquejadas.

Empieza el último mes de 2022 y se acelera la carrera hacia 2024.


Colaboró Roberto Roldán  

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