El reino de las tinieblas en la obra pública

El reino de las tinieblas en la obra pública. El decreto por el que se clasifica como asuntos de interés público y de Seguridad Nacional las obras que el gobierno considere necesarias y estratégicas, conllevan múltiples riesgos y es muy probable que sea declarado inconstitucional en su momento.

Por lo pronto, el abanico de clasificación comprende los sectores de las comunicaciones, telecomunicaciones, aduanero, fronterizo.

Además del hidráulico, hídrico, medio ambiente y salud y vías férreas.

La instrucción es que las obras no estén sujetas a los engorrosos trámites administrativos y de impacto ambiental.

Por lo que se ordena a toda la administración pública que se dote de permisos suficientes en los cinco días posteriores a su solicitud.

En los hechos esto impedirá cualquier tipo de supervisión y puede generar daños jurídicos de difícil reparación.

Por ejemplo, ¿qué ocurrirá si en el ramo del sector turístico se decide construir en un manglar?

¿Habrá certeza en las condiciones de propiedad de los terrenos en los que se finquen proyectos? ¿Dónde quedará el interés social si no hay modo alguno de moderarlos o sujetarlos a la legalidad?

¿Qué pasará si se descubre que las empresas contratadas no eran elegibles, pero por las prisas se convirtieron en proveedoras?

El reino de las tinieblas en la obra pública

El decreto contempla que los permisos definitivos se otorguen en el lapso de 12 meses.

Pero en el caso de las obras públicas ya no habrá nada que hacer en ese lapso, porque estaremos ante hechos consumados.

La transparencia también se verá afectada, porque la Seguridad Nacional es uno de los aspectos en que se puede invocar la necesidad de no hacer pública información que podría comprometerla.

Es una trampa, por supuesto, porque la Seguridad Nacional, desde una perspectiva legal a lo que se refiere es a las amenazas que puedan comprometer la sobrevivencia del Estado.

Los contratos de obra pública no tienen que estar en este supuesto, pero pueden estarlo sí en el INAI y la Suprema Corte en su momento, no hacen algo al respecto.

De alguna forma se está dando fin a la obligación de la transparencia y máxima publicidad en un aspecto central de la función pública.

Es una medida que contradice que lo que hasta ahora había sido un camino de avances en la materia.

La primera alternancia, con Vicente Fox, tuvo en la creación del entonces IFAI uno de sus logros más relevantes y, paradojas de la vida, la alternancia más reciente, la de López Obrador, está en posibilidad de desmontar todo aquello y por la vía de los hechos.

Bienvenidos al reino de las tinieblas.

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