Desaparecidos en México: la violencia salpica a terceros

En México, los familiares de los desaparecidos deben recorrer un tortuoso sendero que no sólo incluye una resistencia emocional por el suceso, sino también por la misma labor de búsqueda. 

Uno de los primeros retos a los que se deben enfrentar los familiares es al desconocimiento para accionar en estos casos. 

 Y es que gran parte de las personas aún piensan que es necesario dejar una ventana de tiempo antes de presentar una denuncia. 

La Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México (COBUPEM) asegura que se puede levantar un reporte por desaparición en el instante en el que se desconozca el paradero de una persona y que puede hacerlo cualquiera que conozca los datos generales de la o el desaparecido.  

Cuando la violencia salpica a terceros

En la historia que Baruc Sánchez cuenta a la organización civil IDHEAS, se plasma la importancia de la toma de decisiones en los primeros momentos decisivos. 

Sánchez sabía que cuando desapareció su hermana Wendy de 33 años, lo primero que tenía que hacer era ir a la Fiscalía, pero admite que dejó pasar 24 horas porque creía que ese era el protocolo. 

Por otro lado, la insensibilidad en la respuesta de las autoridades, la impunidad y la incongruencia se montan al pesar de la labor de búsqueda de los familiares. 

Este fue el caso de Jesús Israel Moreno Pérez, universitario desaparecido en Chacahua, Oaxaca, en el 2011.  

Seis meses después de su desaparición, el caso se reportó resuelto con una necropsia sin cadáver y falseando un informe forense. 

“Es horrible sentir en cada momento la indiferencia de la autoridad. Yo he rastreado todas las pistas posibles en el litoral y en los municipios aledaños a Chacahua, he recorrido, más de 30 veces, la comunidad lagunera caminando hasta por veredas y he pegado fotografías de mi hijo en toda la ruta que él siguió para que alguien me diga si lo vio, incluso a lo largo de la ruta de Zipolite, Puerto Ángel, Pochutla y Mazunte, hasta San José del Pacífico, pero allí ninguna autoridad a las que les he pedido auxilio ha querido ayudarme a buscar a mi hijo” lamenta Carlos Moreno Zamora.  

Culpados por sus desapariciones

Tal como explica IDHEAS, la mayor parte de los afectados por el delito son revictimizados por los funcionarios públicos. 

Estos suelen ligar a la desaparición con la delincuencia desde una primera instancia y sin previa investigación, minimizando el incidente y favoreciendo la deficiencia en la resolución. 

Muchas de las justificaciones se basan en el prejuicio hacia el afectado, con afirmaciones que vinculan a la persona desaparecida a que “fue algo que se buscaron”.

Anacrónicamente, el CED reveló que, aunque el crimen organizado es piedra angular en materia de desapariciones, lo cierto es que la mayoría de éstas son cometidas por autoridades federales, estatales y municipales. 

Desaparecidos en México

Este tema continúa fundiéndose con la cotidianidad y parece ser que las autoridades mexicanas no están capacitadas para proteger a la población contra ello. 

Según el Comité contra las Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas (CED), ya son 3 mil los casos que se filtran en este complejo entramado en lo que va del 2022. 

La presidenta del CED, Carmen Rosa Villa Quintana hizo una llamada de atención a las autoridades mexicanas después de reportar la crisis humanitaria del país. 

“En los últimos 5 años, de 2016 a 2021, se registraron un promedio de 8 mil desapariciones al año” señaló Villa Quintana. 

 

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