El día de ayer, Sonia Ramírez, integrante del colectivo Desaparecid@s De La Costa y Feminicidios de Michoacán (DECOFEM), tenía programada una búsqueda en vida de su hijo Alexis Guzmán, en el municipio de Maravatío, Michoacán.
Sin embargo, aproximadamente a las dos de la tarde del jueves 29 de agosto –menos de un día antes de la fecha programada para la búsqueda de Alexis–, Sonia recibió un mensaje de whatsapp de parte del Jefe de Departamento de Acciones de Búsqueda de la Comisión de Búsqueda de Michaocán, el licenciado Alejandro Rascón Banda, en el que le informaban que quedaba prohibido que su hijo Sebastián asistiera a la búsqueda.
“Sra. de la manera más atenta nadamás le recuerdo que por cuestiones de seguridad no nos podría acompañar Sebastián” – decía el mensaje. Sebastián Guzmán es el segundo hijo de Sonia. Tiene 20 años y lleva más de dos años buscando a su hermano Alexis, desaparecido el 26 de abril del 2022, y a su papá José Luis Guzmán, desaparecido el 23 de noviembre del 2019.
Cuando nació Sebastián, los doctores les dijeron a José Luis y a Sonia que debido a una atrofia en el lado izquierdo de su cerebro, Sebastián tardaría un poco más que los otros niños en aprender a leer y escribir, pero que de ninguna manera eso le impediría convertirse en una persona independiente y capaz de valerse por sí mismo.
Hoy Sebastián puede identificar una fosa en la tierra, sabe bien cómo utilizar el pico y la pala para escarbar un pozo de sondeo en una búsqueda, y reconoce el olor a descomposición en la varilla de metal que se hunde en el suelo para saber si hay un cuerpo enterrado.
Sebastián sabe mucho más acerca de buscar personas desaparecidas que algunos de los elementos de la Comisión Nacional de Búsqueda que en muchas jornadas de rastreo solo van a tomarse fotos y a supervisar a los colectivos desde la sombra más fresca que encuentran.
Sebastián fue quien me motivó a salir a buscar a su papá y a su hermano. Él era el que me decía ‘hay que ir a buscarlos mamá’–recuerda Sonia.
Más allá de ser una cuestión de seguridad, la decisión tomada por Alejandro Rascón Banda es un acto de discriminación directa en contra de Sebastián y una violación a su derecho de participar en las búsquedas de su hermano Alexis.
El Protocolo Homologado de Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas menciona en su apartado número 3 «Participación de familiares de personas desaparecidas y sus acompañantes en la búsqueda», que las y los familiares de personas desaparecidas tienen el derecho a participar en las búsquedas de manera individual o a través de colectivos.
Así mismo, dicho protocolo establece que las búsquedas de personas desaparecidas deben ser realizadas con un enfoque diferenciado, exigiendo la coordinación entre las distintas autoridades para abordar de manera adecuada los casos que involucran a personas con discapacidad, considerando sus condiciones particulares en todas las etapas de la búsqueda.
No es la primera ves que pasa, ya en una búsqueda anterior nos dijeron lo mismo. Parece ser que ellos no entienden que todas las personas tienen derecho buscar a sus familiares. Sebastián tiene derecho de buscar. Ya le quitaron a su papá y a su hermano, y ahora le quieren quitar también su derecho a buscarlos –menciona Sonia.
El argumento del Jefe de Departamento de Acciones de Búsqueda para negarle a Sebastián su participación en la jornada de búsqueda fue que la prioridad de la Comisión es «salvaguardar la integridad de las victimas indirectas, por lo que en caso de tener que salir de manera urgente de alguna ubicación, el desplazamiento debe ser fluido».
Sin embargo, Sonia menciona que Sebastián corre mucho más rápido que ella, y que a ella nunca le han puesto restricciones. –Es por esto que decimos que es un acto de discriminación –dice Sonia.
Aunque la Comisión de Búsqueda si realizó la búsqueda en vida, la cual consiste en pegar pesquisas con los datos de la persona desaparecida en puntos estratégicos, Sonia decidió no ir.
«Desde la desaparición de mi esposo y de mi hijo, tanto Sebastián como yo hemos tenido complicaciones de salud, depresión, ansiedad e insomnio, y cada vez que me separo de él mi ansiedad se hace más grande, también por lo mismo insisto en que tenemos que ir los dos a las búsquedas», resalta Sonia.
Revictimización por parte de la Comisión de Atención a Víctimas.
Otra de las razones por las que Sonia no pudo asistir a la búsqueda de su hijo el pasado viernes 23 de agosto, es porque la la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV) de Michoacán se negó a otorgarle los viáticos correspondientes al traslado y alimentación de la actividad.
Un día antes de la fecha programada para la búsqueda en vida de Alexis, Sonia recibió una llamada telefónica de la CEEAV en la que le solicitaban un oficio donde pudiera demostrar que la Comisión de Búsqueda había aprobado la jornada de rastreo, para poder otorgarle los viáticos. La llamada fue pasadas las 3:30 de la tarde y las oficinas de la CEEAV en Morelia cierran a las 4:00 pm, por lo que al tratarse un de un trámite burocrático Sonia no tuvo el tiempo suficiente para entregar dicho oficio.
Buscan cualquier pretexto para no cumplir con el derecho que nosotras tenemos como víctimas. Todos salen de trabajar a las cuatro de la tarde. Les llamé a los de la Comisión de Búsqueda y me dijeron que por el horario tampoco alcanzaban a hacerme el oficio. Pero lo raro es que nunca me habían pedido un oficio como requisito para darme los viáticos –asegura Sonia.
«Si no tenemos financiamiento, ¿cómo le hacemos para buscarlos? ¿De dónde sacamos el dienero?» se pregunta Sonia. Y es que la desaparición de un familiar muchas veces conlleva el tener que dejar de trabajar y ganar un sustento económico para poder tener tiempo de asistir a las búsquedas.
Sonia menciona que esta no es la unica vez que ha sufrido revictimización por parte de la CEEAV. A raíz de la desaparición de su esposo y de su hijo, Sonia comenzó a tener complicaciones de salud que le trajeron problemas en su oxigenación. Ante esta situación, ella solicitó un apoyo económico a la CEEAV para rentar un tanque de oxígeno.
Sin embargo, dicha institución le negó el apoyo argumentando que no tenían manera de comprobar que las afectaciones a su salud estaban relacionadas con la desaparición de algún familiar. Sonia tuvo que recurrir a sus familiares para poder rentar el tanque por un periodo de cinco meses.
Por motivo de estas constantes violaciones a los derechos humanos y procesales de las familias y de las víctimas directas del delito de desaparición, el colectivo DECOFEM convoca a los distintos medios de comunicación y público en general a una rueda de prensa que realizaran el próximo jueves 29 de agosto a las 12:00 horas, afuera de las instalaciones de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de Morelia.
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