Por Leonardo Norbu
Los chiles en nogada son uno de los platillos más emblemáticos de la cocina mexicana, una verdadera joya culinaria que combina sabores dulces y salados con una presentación colorida y llena de tradición. En “La Casa de los Abuelos”, un restaurante conocido por sus recetas caseras y su ambiente familiar, ofrece una
versión clásica de este plato del que estamos a punto de dejar de disfrutar este próximo 15 de diciembre.
El chile en nogada de “La Casa de los Abuelos” es una muestra de la dedicación que el restaurante pone en su preparación. El platillo presenta un chile
poblano de 150 gramos, relleno con una mezcla tradicional que pesa aproximadamente 160 gramos. Este relleno contiene carne molida, frutos secos, y
frutas como manzana, durazno y pera, ingredientes que le otorgan ese sabor característico, una mezcla perfecta de lo dulce y lo salado.
Una preparación tradicional
El chile en nogada de este restaurante es preparado de manera convencional, lo que significa que sigue la receta original, que data del siglo XIX, cuando fue creado en
honor de la visita de Agustín de Iturbide a Puebla. Se utiliza carne de res y cerdo, que se mezcla con los ingredientes mencionados anteriormente para crear un relleno
sustancioso y sabroso.
La crema o “nogada” que cubre al chile tiene una textura suave y espesa, y elaborada con nuez de Castilla, queso fresco, y un toque de vino o jerez para acentuar los sabores. En “La Casa de los Abuelos”, la nogada se sirve generosamente, con 120 ml por porción, cubriendo el chile de manera uniforme y decorándolo con granada fresca y perejil, emulando los colores patrios de la bandera mexicana.
Lo que sobresale en los chiles en nogada de “La Casa de los Abuelos” es el equilibrio en los sabores. La combinación del relleno con la nogada es armoniosa; la dulzura de
las frutas y los frutos secos complementa el sabor salado de la carne, mientras que la nogada añade una cremosidad suave que envuelve al paladar sin ser demasiado empalagosa. El toque de granada y perejil aporta frescura al platillo, aliviando la densidad de la nogada y añadiendo una nota de acidez que contrasta con los sabores dulces.
Una porción generosa
La textura también es destacable. El chile poblano está bien asado, lo suficiente para que sea suave pero que conserve una ligera firmeza, lo cual le da una buena
estructura al platillo. El relleno, por otro lado, es agradable al paladar yse pueden distinguir los trozos de carne y los pequeños pedazos de fruta.
Cada porción es generosa, con un peso total aproximado de 430 gramos, lo que lo convierte en un platillo muy completo y satisfactorio. El balance entre el chile, el relleno y la nogada está bien medido, lo que garantiza que cada bocado tenga un poco de todos los elementos del platillo.
El restaurante se asegura de que la presentación sea impecable: el chile llega a la mesa cubierto de nogada, salpicad de granos de granada brillante y perejil fresco, todo sobre un plato cuidadosamente decorado.
Su preparación estará hasta el 1 de octubre en sus 20 sucursales ubicadas en Cancún, Playa del Carmen, Mérida, Acapulco, CDMX y Estado de México.y con un paquee de $224.
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