Chiapas y Sonora

Chiapas y Sonora. La consulta del próximo domingo es el ariete con el cual la 4T quiere destruir al Instituto Nacional Electoral (INE)mientras guarda silencio sobre la presencia criminal en la vida electoral.

El relato requiere ubicar a la Secretaría de Gobernación.

Durante buena parte del siglo XX fue la ejecutante del presidencialismo autoritario.

Ahí despachaban los operadores del presidente encargados de manipular a partidos, gobernadores, medios de comunicación, entre otros.

Con la transición se debilitó este uso faccioso de Gobernación y hasta corrió el rumor de que habían sometido al edificio a una escrupulosa “limpia democrática. Nos equivocamos.

El espíritu del autoritarismo implantado desde que Porfirio Díaz se hizo del edificio en 1910 estaba escondido en algún rincón del Palacio de Cobián y reapareció el fin de semana.

Hace siete meses llegó a ocupar el cargo de secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández.

Sonriente y discreto emanaba las buenas vibras del Tabasco conciliador.

Chiapas y Sonora

Este domingo sacó la agresividad en una tribuna de Sonora donde, micrófono en mano, se pitorreó de las sanciones del INE porque, dijo burlón, “no me pueden correr” pero si lograran hacerlo sería “un honor que me corran por apoyar a Obrador”.

Después vaticinó: “México será el primer país del mundo donde el pueblo elija democráticamente en las urnas a quienes van a conducir las próximas elecciones.

“Será voto directo y secreto para dotarnos de la autoridad electoral que nos merecemos”.

Para demostrar hasta dónde están dispuestos a llegar viajó por el norte acompañado por el comandante de la Guardia Nacional en un avión de esta corporación.

Un día ominoso para la democracia.

El partido mayoritario (Morena) ha transformado la revocación de mandato en una operación de Estado en la cual buena parte de los gobernantes de Morena compiten por ver quién llevará más ciudadanos a las urnas.

Es una vuelta en u, un retroceso a las elecciones controladas por el presidente.  

Ese mismo domingo Chiapas nos recordó la otra gran amenaza a la democracia electoral.

Hubo elecciones extraordinarias en el municipio de Venustiano Carranza, una zona con fuerte presencia del crimen organizado.

De las 76 casillas programadas, las autoridades electorales solo pudieron instalar 46; en 25 intimidaron a los funcionarios de las mesas directivas de casilla, se sustrajo documentación y material electoral, y cinco casillas ya instaladas fueron vandalizadas.

El silencio de Adán

Ya que al secretario de Gobernación le interesa tanto lo electoral, ¿cuándo se pronunciará sobre la presencia criminal en ese ámbito?

Lo acontecido en Chiapas se liga con un ángulo minimizado del proceso electoral de 2021.

La alianza PAN-PRI-PRD elaboró un informe sobre las irregularidades en Baja California, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí, Sinaloa y Veracruz.

Lo entregaron en agosto de 2021 a la Organización de los Estados Americanos y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington.

En todo el país asesinaron a 102 personas (34 de ellos candidatos).

La violencia afectó a 570 municipios incluidas las capitales de 29 entidades.

Reproduzco unas líneas de la introducción:

Grupos armados secuestraron e inmovilizaron a equipos completos de campaña, se apoderaron de casillas electorales y obligaron a los ciudadanos a emitir su voto públicamente y por consigna.

“Las amenazas se hicieron extensivas a la poselección, mediante una impuesta ley del silencio sobre todo lo que había ocurrido”.

Los partidos optaron por no publicar su informe contribuyendo al silencio generalizado.

El parteaguas de la transición se dio en 1988 cuando los partidos y la sociedad organizada acordaron conceder a las urnas el protagonismo de la transformación.

Con el voto periódico practicamos la democracia electoral que luego hemos ido retocando con la democracia participativa: observación electoral, plebiscitos y consultas.

Ese logro está en riesgo con lo sucedido en Chiapas y Sonora.

Participar es legitimar.

Como no estoy de acuerdo con el uso de la consulta para destruir al INE y como el voto, además de libre es voluntario, no participaré.

Lo positivo es que no hay indicios de que en la consulta del próximo domingo se esté involucrando el crimen organizado.


Colaboraron Sergio Huesca Villeda y Dulce Alicia Torres Hernández

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