Mucho escándalo y pocas medallas

Ciudad de México.- A 24 años de avances económicos, sociales y culturales, la delegación mexicana logró llevar 125 atletas a una justa olímpica, hazaña que no concretaba desde 1992; sin embargo, esta se caracterizó por un bajo desempeño.

La participación de México en Río 2016 dejó muchos escándalos y pocas medallas.

Respecto a Londres 2012, se sumaron 24 deportistas, por lo que el Presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla comentó: “Siempre hay que superar lo que ya se logró”.

Y fue sencillo de decir, pero no de realizar, pues fue hasta los últimos días de competencia cuando los connacionales lograron no sólo destacar, sino traer preseas al país.

Pero dicho logro no fue gracias a las autoridades, ya que sus talentos no fueron alentados o auspiciados por la Comisión Nacional de Cultura y Deporte (Conade).

Tal fue el caso de la arquera Aída Román, quien luego de ser eliminada tanto de la prueba de grupo como en lo individual, sin tener una posición destacada, se refirió así del titular de la Conade, Alfredo Castillo: “No es alguien que este inmerso en el deporte… Hay deportistas que llegan lesionados y se ve la manera de componer la lesión y no pueden tener una acreditación los médicos o los fisioterapeutas porque al final hay alguien más querido ahí”.

Esto sobre la polémica que emanó luego de que la pareja sentimental del líder de la Conade desfiló junto a los atletas con acreditación y uniforme en la inauguración del estadio Maracaná.

Castillo continuó robando atención a los deportistas, tal como los casos de Bredni Roque, en levantamiento de pesas, y el boxeador Elías Emigdio, quienes se presentaron a competir con uniformes parchados, remendados y con tallas incorrectas.

Al cierre de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 fue imposible no comparar los resultados con los de cuatro años atrás, pues al término de Londres 2012, México contaba con una medalla de oro, tres de plata y tres de bronce; mientras que en los actuales apenas sumó tres de plata y dos de bronce.

Castillo se retiró del lugar dos días antes de su culminación, momento en que el país logró la mayoría de sus preseas. La primera fue la de María del Rosario Espinoza, quien ganó en taekwondo.

Germán Sánchez ganó el segundo lugar en clavados, mientras que Ismael Hernández se colgó el bronce en pentatlón.

Con ello, el sábado los atletas mexicanos repitieron la hazaña que el ciclista Manuel Youshimatz (bronce); los marchistas Ernesto Canto (oro) y Raúl González (plata) consiguieron hace más de 30 años, en Los Ángeles 1984, cuando ganaron sus preseas el mismo día.

María Guadalupe González consiguió la medalla de plata en la prueba de 20 km femenil, no obstante, su entrenador hizo pública la desatención que tuvo la Conade cuando le solicitaron transporte a los distintos centros de entrenamiento, el cual les fue negado.

Aun cuando los resultados no fueron los esperados, los espectadores mexicanos pudieron ver a competidores mexicanos en disciplinas con décadas de ausencia, como sucedió en el voleibol de sala en donde debutó el cuadro mexicano tras 48 años de no hacerlo.

Una de las mayores decepciones fue la selección de fútbol soccer, la cual llevaba la batuta al haber ganado el oro en 2012; sin embargo, aún con apoyo de patrocinadores y sueldos que ciudadanos de todo el mundo sueñan con tener, los 11 jugadores se quedaron en las rondas eliminatorias.

Sin embargo, en opinión del titular de la COM todo se debió a que "desafortunadamente los recursos no fluyeron a tiempo" sobre todo por sus altercados con Alfredo Castillo.

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