Toma protesta Trump y arde frente a la embajada de Estados Unidos en México

Ciudad de México.- Donald Trump es desde hoy el 45 presidente de los Estados Unidos. “Hoy no estamos transfiriendo el poder de una administración a otra, o de un partido a otro. Estamos devolviendo el poder de Washington al pueblo”, aseguró durante su discurso en la toma de posesión.

Como ya es común, sus palabras apelaron al nacionalismo de los "olvidados en Estados Unidos". Destacó que la nueva visión para la Unión Americana será la de velar por los intereses de su pueblo, antes que cualquier cosa. "De ahora en adelante una nueva visión gobernará esta tierra: América primero”, sentenció repetidas veces. Asimismo, sugirió que las reglas del país se resumen a dos cosas: Compre americano y contrate americano”.

Trump prometió que su presidencia mostrará el camino para los Estados Unidos y para el mundo. Resaltó que protegerá las fronteras del país ante las otras naciones que han robado los empleos y que devolverá la riqueza que en realidad le pertenece a la clase media. “Haremos que América sea fuerte otra vez. Rica otra vez. Segura otra vez. Haremos que América sea grande otra vez”.

Arde Trump en la Ciudad de México

La cara de Donald Trump, sus pies, piernas y brazos son derretidas por el fuego frente a la embajada de los Estados Unidos en la Ciudad de México. 

Las protestas de este viernes, convocadas por diversas organizaciones, culminaron con la quema de piñatas que tenían la figura del mandatario republicano.

Luego de tres horas de consignas, mítines y caminatas bajo el sol, los manifestantes descargaron su molestia con la figura del magnate. Algunas de las piñatas terminaron ahorcadas, otras quemadas y las que corrieron con suerte sólo sufrieron golpes de los asistentes a la protesta.

El grupo de manifestantes, integrado por más de mil 500 personas, se reunió frente a la embajada, luego de marchar desde diversos puntos de la CdMx. El contingente más numeroso fue convocado por la organización ciudadana “México Suma”, que es presidida por Joel Hernández; sin embargo, también fue el que denostó menos vigor a la hora de expresar su rechazo.

Las mujeres y hombres que lo conformaban caminaron sobre Paseo de la Reforma apenas deslizando los pies por el pavimento; la diferencia fue notoria entre ellos y el contingente de jóvenes que provenía del CCH-Sur y del Movimiento de Trabajadores Socialistas.

Ellos hicieron sonar la batucada por más de una hora y amenizaron la "fiesta" con un disfraz de Donald Trump elaborado con papel maché. Portaban banderas de la comunidad gay y de color violeta que ondeaban orgullosos frente al Ángel de la Independencia.

La muestra de rechazo se dividió en varios momentos, pues antes de la quema de las piñatas, el presidente de "México Suma" exhortó a los manifestantes a construir un muro contra el neoliberalismo, el imperialismo yanqui, la xenofobia y el racismo.

    

Los integrantes de la marcha pertenecían al Estado de México y la capital del país; pero la mayor cantidad de personas estuvo concentrada en la Coordinación de Movimientos Populares, el Partido Revolucionario del Pueblo y la Ruta 100, organizaciones que caminaron desde el antimonumento a los 43 normalistas hasta la Embajada.

Ellos colaboraron en la construcción simbólica del muro; colocaron cajas de cartón a manera de tabiques y erigieron la figura del nuevo presidente de los Estados Unidos en la punta. Después de la conferencia lo derribaron a patadas y le prendieron fuego.

Un atropellado y un llamado al Gobierno Federal

"México Suma" realizó una conferencia de prensa en la que exhortó al Gobierno Federal a asumir su responsabilidad para defender al pueblo mexicano en Estados Unidos, ahora que Donald Trump tomó el cargo como presidente.

El dirigente de la organización, Joel Hernández, criticó que la respuesta de Peña Nieto, y su gabinete, haya sido tibia, débil y tardía ante las expresiones de odio e insultos a los connacionales.

Destacó que las medidas económicas y políticas que planea implementar el presidente electo de la Unión Americana, serán en detrimento del país y exigió al Gobierno que reaccione ante la defensa de los ciudadanos.

Hernández no pasó por alto los problemas internos que sufre la República y recordó ante la prensa el reciente aumento a las gasolinas, la desaparición forzada de estudiantes, los feminicidios y la delincuencia organizada que afecta varios sectores de México 

Los contingentes se disolvieron cerca de las seis de la tarde y las cenizas de Trump volaron por los aires para dejar paso a un ambiente turbio. Parecía que la protesta estaba a punto de finalizar cuando los medios corrieron al arroyo vehicular.

Uno de los inconformes fue atropellado en Paseo de la Reforma. La sorpresa radicó en que uno de los lados de la Avenida Paseo de la Reforma se convirtió al doble sentido y un hombre que intentó cruzar la calle no se percató de ello.

Los policías de la Secretaria de Seguridad Pública intentaron auxiliarlo y realizaron un cerco a su alrededor, pero los paramédicos de la ambulancia tuvieron que cargarlo, aún inconsciente, y trasladarlo en una camilla al hospital.

El único resto que quedó como huella de la batalla fue su calcetín, abandonado a la mitad del carril de extrema izquierda. La imagen contrastó con el otro lado de la avenida, donde un grupo de personas promovía lo "Hecho en México" y regalaba verduras.

Decenas de bolsas con jitomates, chiles y cebollas fueron repartidas para despedir a los manifestantes, la prensa e incluso los policías. La mujer que los entregaba pedía por medio del megáfono que no fueron tirados a la basura. "Es un regalo simbólico, para que la gente sepa que lo mexicano es bueno y de calidad".

De un lado de la avenida, había un atropellado, policías y doctores; del otro, manifestantes que exigían el alto al odio y solicitaban el consumo mexicano como medida preventiva. Así concluyó la manifestación, con los contrastes propios de la Ciudad de México.

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